Para restablecer el Estado de Derecho y reconciliar y reconstruir el país, detener y
controlar la corrupción se necesita una nueva distribución del poder. Este es
el factor decisivo para: superar la corrupción, pobreza, ignorancia y exclusión social que alimentan
movimientos neo autoritarios populistas
radicales.
EL FACTOR CLAVE: LIMITES AL PODER
https://youtu.be/smPZ4UY_48g
Estos movimientos no se combaten con ciudadanos
armados de ilusiones y odios sino armados de poder político, económico y
educativo, para que sean capaces de echar a andar la fábrica de ricos dentro de
genuinos Estados de Derecho, aplicando
la productividad de Taylor, la Gerencia científica moderna de Deming, el
Control de Calidad Total de Feigenbaum; la Administración por Calidad Total de
Juran y la Formación Educativa Integral con énfasis en la educación politécnica
y capacitación profesional de Simón Rodríguez.
Sin poder, los ciudadanos echan a
andar la fábrica de pobres dentro de Estados de Desechos, autoritarios
y corrompidos.
¿Hemos aprendido algo de la crisis Venezolana, y de
la historia reciente de Europa Occidental,
los Venezolanos?
¿Seguiremos auto engañándonos consciente o
inconscientemente esperando milagros
sociopolíticos que nunca
han ocurrido ni ocurrirán;
buscando líderes mesiánicos y
equipos brillantes que apliquen políticas remediales, mientras perpetuamos la
misma distribución del poder expresada en los modelos centralizados de Estado,
Economía y Educación e Investigación; que están técnicamente muertos,
momificados y amortajados con Constituciones
tradicionales?.
No es hora
de reformar, sino de
reemplazar la actual
distribución política y la actual división territorial, sobre la que
se efectúa el mezquino reparto del poder.
Los 23 estados, los 335 municipios, y los
ciudadanos pobres y excluidos frente al agotamiento y muerte estructural y
funcional de los modelos centralizados, necesitan:
1) El poder político para generar
decisiones y controlar a los gobernantes,
2) El poder
económico (acceso al capital) para generar riqueza; y
3) El poder
educativo e investigativo para generar conocimientos. Para convertirse en
agentes y actores fundamentales del cambio progresista.
Estos tres
poderes cuya suma constituye el poder a secas, los tiene monopolizados, el
Presidente, es decir, es un modelo federal con todo el poder Centralizado en el presidente de la República
de turno
Sin tener poder político, económico y educativo e
investigativo los 23 estados, los 335 municipios y los ciudadanos, se
convierten en convidados de piedra a sus propios destinos.
Los ciudadanos, en muecas tristes que blanden una
papeleta electoral en una mano y un carnet político o una carta de
recomendación en la otra. No pueden controlar a sus gobernantes, ni generar riqueza, consumir, ni ahorrar. No
pueden intervenir con efectos vinculantes en los aspectos políticos,
administrativos y educativos e investigativos que les conciernen.
No pueden ser agentes del desarrollo socioeconómico
y cultural. Se vuelven presas fáciles de pretendidos vengadores de los pobres,
anclados en los años sesenta que aún no se dan por enterados que el muro de
Berlín cayó y arrastró consigo los viejos conceptos de izquierda y derecha; que
ya no se definen en función de las románticas variables de antes, sino en
términos de alta y baja productividad de bienes, servicios, conocimientos y
decisiones; altos y bajos niveles de vida; y altos y bajos niveles de libertades y controles en manos de los ciudadanos.
El poder constituye el tema nuclear del derecho
constitucional, de la ciencia política y de los modelos de Estado, Economía y
Educación e Investigación que son en
realidad distribuciones territoriales
del mismo.
"Los
tres incentivos fundamentales que dominan la vida del hombre en la sociedad y
rigen la totalidad de las relaciones humanas, son: el amor, la fe y el poder;
de una manera misteriosa están unidos y entrelazados. Sabemos que el poder de
la fe mueve montañas, y que el poder del amor... es el vencedor en todas las
batallas; pero no es menos propio del hombre el amor al poder y la fe en el
poder". (Loewenstein, Teoría de la constitución. 1976).
En realidad, el primer y principal derecho humano
que garantiza el respeto, acatamiento y materialización de todos los demás, es
el derecho de acceso al poder
político, económico y educativo constitucionalmente asegurado mediante una
distribución y descentralización amplia equitativa del mismo como lo proveen
los modelos descentralizados de Estado, Economía y Educación e
Investigación.
Las entidades
territoriales y la ciudadanía nunca utilizan el poder contra sí mismas, en cambio,
cuando el poder político, económico y educativo se concentra
constitucionalmente en la capital de la República y en el Presidente de la
República, como lo estipulan los modelos centralizados de Estado, Economía y
Educación e Investigación, este lo
utiliza para violarles los derechos constitucionales a
las entidades territoriales
y todos los derechos, incluidos
los derechos humanos, a
toda la población.
La noción de poder implica otras cuatro:
Decisión y lugar o instancia desde el que alguien
decide sobre una cuestión determinada;
Proceso y flujo; y Escenario o contexto.
Los modelos organizativos de Estado, Economía y
Educación e Investigación son escenarios
en el que algunas instancias toman decisiones mediante un proceso y dentro de un contexto.
Constituyen espacios de poder y elaboración de
resoluciones, espacios de conflictos con todo lo que ello implica: tensiones y
dilemas, ambigüedades y contradicciones en los que confluyen individuos, grupos y procesos que generan
comportamientos y tendencias.
Son en rigor sistemas normativos, porque están
constituidos básicamente por normas o reglas de organización y conducta que se
distribuyen entre, y rigen en, las entidades geográficas que constituyen el
ordenamiento territorial de una nación y ciudadanos que la habitan. Esto
configura una distribución territorial
del poder político, económico y
educativo. Lo cual nos conduce directamente al problema del Estado
Nacional.
Estado Nacional en general se define como "un
macro ordenamiento jurídico para los fines generales, que ejerce el poder
soberano en el territorio asignado a la nación, mediante un conjunto de órganos
de decisión: Parlamento, Gobierno y Poderes Públicos, y órganos ejecutivos que
configuran un aparato burocrático al que están subordinados los habitantes del
territorio en cuestión" (Bobbio. 1998).
Para el ejercicio de su autoridad y atribuciones el
Estado Nacional se organiza en tres planos o niveles territoriales:
“Uno nacional,
en el que actúan autoridades que tienen mando sobre todo el país sin
limitaciones de carácter espacial;
Un plano
intermedio, en el que actúan autoridades que tienen mando sobre entidades
territoriales denominadas provincias, regiones, estados federados, comunidades
autónomas (en España) landers (en Alemania); estados (23 en Venezuela);
Y un
plano local, más pequeño (municipios, dependencias, ciudades, distritos
especiales, etc.) donde actúan
funcionarios dentro de límites
geográficos más pequeños"(Castro J. 2002).
El ordenamiento territorial de tres planos (nivel
nacional, entidades subnacionales intermedias y locales) y la distribución del
poder entre los mismos lo establece la Constitución Nacional. De aquí la
importancia fundamental de este documento, o sea de hacer “bien hecha” “La
Constituyente que nunca hemos tenido”
Desde el punto de vista de la distribución del
poder político, económico y educativo e
investigativo, los Estados Nacionales se dividen en centralizados y
descentralizados.
Los centralizados concentran en
el plano Nacional el ejercicio de casi
todos los poderes y de
casi todos los recursos fiscales y naturales.
Los descentralizados, otorgan a las
entidades subnacionales (intermedias y locales) gran parte del poder político,
legislativo, judicial, educativo y de los
recursos fiscales y
naturales.
Los modelos de Economía y Educación e Investigación
son subordenamientos jurídicos constituyentes del Estado Nacional.
El primero, regula la producción y distribución de los bienes de consumo, la
propiedad y acceso a los recursos productivos y una institución independiente
que fije técnicamente el precio de la moneda
El segundo, norma la instrucción y capacitación
profesional de los ciudadanos, la producción y transmisión de conocimientos y
la defensa, incremento y preservación de la cultura; lo que comúnmente
se llama el
estado docente.
Los modelos organizativos de Estado, Economía y
Educación e Investigación, tienen como
función dar respuestas a las demandas de la Sociedad Civil que es el ámbito
donde surgen y se desarrollan los conflictos políticos, económicos, sociales,
ideológicos, religiosos, culturales, etc.
Está conformada por las Asociaciones en general,
Corporaciones gremiales, Movimientos, ONGs, y Partidos Políticos que se
encargan de “seleccionar, agregar y transmitir sus demandas” (Bobbio.1998)
Los modelos descentralizados vencen la pobreza y la
devastación porque producen riqueza y conocimiento; combaten la triste y envilecedora condición de parásitos y damnificados a que son reducidos contra su
voluntad los ciudadanos por los modelos
centralizados. El Doctor Arturo Uslar Pietri, lo expresó para Venezuela, así: "todos somos
parásitos del petróleo".
Es imposible superar el deterioro y envilecimiento
del Estado de Derecho de la democracia representativa, y de la crisis: pobreza
y exclusión social acumuladas; sin descentralizar el poder político, económico,
judicial y educativo e investigativo hacia los 23 estados, 335 municipios y hacia los ciudadanos.
Pero no en términos de la llamada
"profundización de la descentralización" reducida a la pura y simple
transferencia de competencias del nivel central hacia los 23 estados y
municipios, manteniendo intactos o superficialmente maquillados los modelos centralizados
de Estado, Economía y Educación e Investigación.
Este camino reformista gattopardiano conduce a más
frustración y subdesarrollo, como el cosechado por Venezuela. Conduce a
perpetuar la crisis; frente a la cual es imperioso tener una visión tan clara,
como la que tuvieron los intelectuales y líderes españoles frente a la crisis
que les dejó Franco, cuyo advenimiento intuyó Unamuno: "Reina aquí una
confusión espantosa; es la bancarrota de la vieja política, pero se está
despellejando la serpiente sin que le haya brotado todavía la piel nueva por
debajo. Yo no sé qué va a salir de aquí, pero hay que temerlo todo. Me pone de
mal humor escribir esto".
Y luego, de manera igualmente brillante, interpretó
J. M. Beneyto: "La consecuencia imperiosa, urgente, que el 'dolor por
España' generará será el sentimiento de que si no se quiere que España se
extinga, es necesario cambiarla. Necesitamos hacer otra España, hacer de ella
otra cosa distinta de la que hoy es. ¿Qué cosa? ¿Cuál debe ser esa España hacia
la cual orientemos nuestros corazones? La respuesta será la europeización, la
refundación de una España moderna y europeizada, tal y como condensara la
célebre frase de Ortega: 'España es el
problema, y Europa, la solución'. Si queremos tener cosechas europeas es
menester que nos procuremos simientes y gérmenes europeos”
Podemos decir que Venezuela es el problema, Europa
Occidental y España, la solución: un Plan en función de nuestras realidades
geográficas, socioeconómicas, administrativas, históricas y culturales; y los
valores de libertad, autonomía, solidaridad, integridad territorial y
corresponsabilidad.
El modelo de EFCentralizado fracasó en la URSS, Cuba, Europa del Este,
Corea del Norte, Latinoamérica y en todo el III mundo incluida China que vive
un proceso de transformaciones extraordinariamente interesantes mediante la
política "un país dos sistemas".