Sobre todas, en los últimos 120 años, los "pactos sociales" contienen modelos de desarrollo basados en
concepciones de Estados Federales de Poder Centralizado (EFC) en las cuales se
les otorga atribuciones de rey (Art. 236 de CRBV y sus 24 ordinales) a los
presidentes de la República de turno, con lo cual están en capacidad de
controlar al resto de los poderes públicos (Tribunal Supremo de Justicia, Contraloría General de la
República, Consejo Nacional Electoral, Defensoría del Pueblo, Fiscalía General
de la República etc.) y de ponerlos, al servicio de sus propósitos, sin que
existan contra balances efectivos que les obliguen a rendir cuentas y a
consultar sus políticas públicas antes de ejecutarlas.
De igual modo, las Constituciones que hemos tenido establecen
una economía de rentismo Petrolero, de planificación absolutamente centralizada en el presidente
de la República de turno, es quien funge, constitucionalmente, como dueño de la
petrolera nacional (PDVSA), de su producción (y de los petrodólares que esta
genera), de toda la recaudación fiscal (que administra a voluntad sin que medie
control alguno), de los minerales del subsuelo así como de sus principales
empresas: Corporación Venezolana de Guayana, entre las que destacan: MINERVEN
(oro), SIDOR, FERRO-MINERA (acero y
hierro); VENALUM, ALCASA (aluminio), CORPOELEC, etc.
Todas las Constituciones que hemos tenido establecen un
modelo educativo y de investigación centralizado, que configura un inmenso
amasijo de instituciones de educación (inicial, básica, secundaria,
universitaria y de investigación), que marcha sin orden ni concierto.
Lo mismo ocurre con las filosofías educativas y diseños
curriculares, a los que se les contamina con doctrinas políticas, culto a
personalidades y metodologías de enseñanza de aprendizaje arcaicas,
conductistas, que en nada favorecen la consolidación de la identidad nacional,
ni regional, como tampoco la autosuficiencia educativa, Las Constituciones que hemos tenido contienen un modelo de
Estado centralista, heredado y copiado del estado federal de poder centralizado
colonial espa ñol, el cual fue útil y necesario en su versión Centralista
militar, Bolivariana y Gomecista, para
consolidar la República y fue también útil y necesaria en su forma Centralista
para comenzar la primera fase democrática que constituyó en su momento la *democracia
representativa de partidos políticos*; y fue igualmente útil hasta la década de
los 80 (fecha en que el centralismo cumplió su ciclo de vida), cuando se iniciaron
(aunque no se culminaron) los
cambios estructurales referidos a la descentralización que, en aquel momento
histórico, reclamaba el país (así, el viernes negro constituyó el primer aviso
de que "las cosas en Venezuela no venían bien"); y finalmente, a partir
del año 1999, cambio al mismo Estado Federal de poder Centralizado, *pero esta
vez Autocrático, dictatorial, y comunista.*
Tenemos así, como causa principal de la
crisis venezolana, la perpetuación del modelo centralista; su estructura
y modo de funcionar le ha permitido a los Presidentes de la República, limitar
a los 23 estados, 335 municipios y a sus ciudadanos, a los que
constitucionalmente debería proteger; todo ello
demuestra su agotamiento y su
obsolescencia estructural irreversible.
Al crecer el país y sus problemas, particularmente la
pobreza, el centralismo se reveló como incapaz para conducir el desarrollo de
la sociedad venezolana hacia la etapa superior de la democracia: El Estado
Federal de Poder Descentralizado (EFD), susceptible de generar, bienestar
social, alta calidad de vida y progreso sostenible.
*El Centralismo, ya agotó su vida útil, Nunca ha sido eterno,
solo cumplió su ciclo histórico. *
Esto paso a ser un problema de carácter estructural a
resolver, que no se arregla con el simple cambio de un gobierno por otro o de
un presidente por otro, Tenemos que “pasar de un modelo a otro” (debemos
reemplazar EFC por el EFD).
Los estados, los municipios y los ciudadanos excluidos,
frente al agotamiento y muerte estructural y funcional de los modelos
centralizados necesitan:
1] El Poder político para generar decisiones y controlar a
los gobernantes, quienes después que los eligen se alzan y tienden a hacer los
que les viene en gana;
2] El poder económico (acceso a los recursos propios) para
generar riqueza; y
3] El poder educativo e investigativo para generar
conocimientos y convertirse en agentes y actores fundamentales del cambio
progresista.
Actualmente estos tres poderes los tiene acaparados el
Estado federal centralizado, es decir, el presidente de la república y es
propósito fundamental de este momento histórico, frente al colapso del Centralismo
vigente, refundar a Venezuela corrigiendo, de forma definitiva, la causa
estructural de la crisis mediante la descentralización del Poder Político,
Económico, Educativo e Investigativo.
En nuestro equipo de trabajo inicial, el Movimiento
Independiente Democrático (MID-Táchira) llegamos a las mismas conclusiones
respecto a Venezuela y además, en nuestro planteamiento analizamos en conjunto con
Julio Belisario, las causas de la crisis y del fracaso del país, así como su
posible solución en cuatro libros que próximamente estarán disponibles en nuestra
pag web:
A. CRISIS VENEZOLANA,
CAUSAS Y SOLUCIONES ESTRUCTURALES
B. PROYECTO PAÍS,
VENEZUELA RECONCILIADA… VÍA CONSTITUYENTE
C. LA REBELIÓN DE LAS REGIONES SOMOS TODOS.
D. ORIGEN BÍBLICO DEL ESTADO MODERNO
Destacamos el hecho que la propuesta mencionada, no sólo
considera la necesidad de una Constituyente, sino que también lleva implícito
la convocatoria de las respectivas Constituyentes Regionales, para articular en
los textos constitucionales (nacional y regionales), los cambios que hagan posible
el funcionamiento cabal del nuevo Modelo de Estado Federal de Poder Descentralizado
con la Democracia de los ciudadanos, la Parlamentaria
*Delenda est
centralismus*
*(Demoler el centralismo)
*
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