Si Dios me diera esa oportunidad, y los representantes de los venezolanos en la Asamblea Nacional o sea los diputados el honor, de elegirme presidente, o llegara allí, por una vuelta del destino, una vez instalado en el poder, impulsaría una urgente CONSULTA CIUDADANA al poder originario*, (articulo 5, 70, 71, 347, 348, 349 constitucionales) en un plazo de días para lograr el apoyo de la fuente de las leyes, o sea del poder soberano*, y obtener la aprobación y el visto bueno a un gran acuerdo político nacional, para instalar de inmediato, UN GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL, como un objetivo estratégico para la unidad, integración y reconciliación de los venezolanos, erradicando la segregación social y política, hoy existente. (La consulta del 16J se preparo en 11 días, todo es cuestión de que exista voluntad politica)
Esta decisión pondría a prueba la disposición y concientización, entre los diferentes factores democráticos nacionales, para con el país y la alternativa democrática, para concebir e impulsar con la fuerza del Estado, UN PACTO, para establecer este gobierno transitorio con solo un año (máximo) de duración.
Este Pacto de Gobernanza y Gobernabilidad para la Democracia y Desarrollo estaría orientado a lograr UN GRAN CAMBIO del país hacia la Modernidad, abarcando, una Agenda de Acción Política con TRES TEMAS cruciales, a ser abordados, en forma simultánea, complementaria e interdependiente, en torno a lo siguiente:
PRIMER TEMA.- Aspectos prioritarias urgentes. A través de un PLAN DE EMERGENCIA NACIONAL, para dar respuestas políticas categóricas, a las necesidades y objetivos inmediatos de solución al caos actual.
1.- Cumplimiento de la Constitución.
2.- Facilitar urgentemente el canal humanitario (alimentos y medicinas).
3.- Libertad de TODOS los presos políticos, eliminación de las inhabilitaciones y retorno de los exiliados.
4.- Derogatoria de las leyes y Decretos con Rango, Valor y Fuerza de Ley que colidan o violen la Constitución.
5.-Exigencia a las FAN de someterse al marco constitucional -Art. 328 Constitucional- ya que en el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna.
6.-Propiciar las condiciones para la reactivación del aparato productivo nacional, incluyendo la retrocesión de las expropiaciones y la devolución de bienes muebles e inmuebles a los propietarios que no hayan recibido el pago de la justa indemnización.
7.-Desmantelamiento del aparato de corrupción establecido en las fronteras y control de las narco-guerrillas (FARC, ELN, “boliches”, paramilitares, etc.). De la misma manera, erradicar la intromisión de Cuba, o de otros países o de intereses extranjeros en las decisiones y funcionamiento del Poder Público.
8.- Cualquier otra situación que demande la atención urgente e inmediata del estado.
SEGUNDO
TEMA.- El impulso decidido de una
solución definitiva a la crisis estructural producida por la perpetuación del Modelo
de Estado Federal de poder centralizado con gobierno presidencialista, legado por
la colonia, a través del consenso en torno al debate del Proyecto País Venezuela reconciliada, para impulsar UN GRAN
CAMBIO para trasformación radical del país.
Por ello, una vez salvada la forma republicana que se ha dado la Nación, y mejorado hasta lo posible el caos actual, ocasionado por:
a) El presidencialismo-militarismo.
b) La federación de 23 estados carentes de autonomía y
c) La economía mono-productora-extractora de petróleo.
Debemos romper estos paradigmas tercermundistas que no dejan emerger a Venezuela del subdesarrollo; son viejos esquemas y modelos centralistas-militaristas, que ya no son válidos para los retos del futuro.
Diseñaríamos entonces una visión sistémica y compartida de país que vaya más allá de los beneficios y soluciones inmediatas, que permita, en un mundo globalizado, convertirnos en un país competitivo, multiproductivo, y autosuficiente, capaz de pensar, planificar y construir una sociedad federal verdaderamente descentralizada, democrática, desarrollada, moderna, más justa, de alta calidad de vida sostenible y amante de la paz.
Para ello, mi eventual Gobierno de Unidad Nacional, en solo un año, facilitaría las condiciones para EL GRAN CAMBIO del MODELO de ESTADO, a través de la activación y desarrollo del verdadero Poder Constituyente Originario, convocado por Iniciativa Popular (15% de los Electores), con fundamento en los artículos: 5, 70, 347, 348 y 349 Constitucionales.
Mi eventual Gobierno de transición de un año, se comprometería (utilizando el poder comunicacional del Estado) a una Amplia difusión, discusión y debate nacional de la propuesta “Proyecto País Venezuela Reconciliada” que conduzca a tomar conciencia ciudadana de la necesidad del GRAN CAMBIO del actual Estado presidencialista, gobiernero, centralista, militarista e ineficiente, por la propuesta naciente del nuevo Estado Federal de Poder Descentralizado, con la modernización adecuada del ordenamiento jurídico, político, territorial, ético y económico de la Sociedad Nacional.
Luego de los pocos meses de inducción, impulsaría dentro del PACTO suscrito, la elección de los nuevos integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente Originaria, con bases comiciales, (ya redactadas) auténticamente democráticas, éticas, plurales, en elecciones manuales, que dieran plena confianza a los ciudadanos y con el debido respeto proporcional a las minorías.
TERCER TEMA.- Plantearía que el Pacto a suscribir, incluya acuerdos básicos alrededor de la unidad e integración de la sociedad civil, en conjunto con la oposición y los restantes partidos políticos democráticos del oficialismo (buscando el reencuentro por la base social de los venezolanos), en función de los TEMAS PRIMERO Y SEGUNDO para lo cual propondría:
a. Definir los objetivos comunes a la sociedad y al País, por encima de objetivos personales, partidistas o grupales, que conduzcan a incrementar y sostener la organización, transparencia, confianza y efectividad en la consolidación de las soluciones.
b. Enfatizar que la lucha es por la Democracia en contra del totalitarismo y su variante de comunismo-militarista del autodenominado "Socialismo del Siglo XXI”, desmontando la mentira oficialista que mantiene a la población hundida en la desesperanza, sumisión y pobreza.
c. Insistir en que la lucha es por la sustitución del MODELO CENTRALISTA, Y EL VERDADERO RESTABLECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA, y que tiene como fundamento la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en concordancia con los Tratados e Instrumentos Internacionales.
Una vez agotados los TRES TEMAS, ya redactada la nueva constitución, llamaría a referéndum para aprobarla y posteriormente convocaría a una gran mega elección para elegir al nuevo presidente, gobernadores, y alcaldes quienes desarrollarían sus gestiones BAJO EL NUEVO MODELO DE ESTADO DE PODER DESCENTRALIZADO, y de ser aprobado por los venezolanos seria la nueva DEMOCRACIA PARLAMENTARIA.
Esta hoja de ruta que seguiría al pie de la letra es necesaria porque, un nuevo presidente y gobierno SIN CAMBIAR LAS ESTRUCTURAS (con el mismo modelo presidencialista-centralista-militarista del poder) permite perpetuar la crisis y momificar el CAMBIO que requiere el país y así cerrar bien asegurada esta etapa negra de nuestra historia, para evitar lo que sucedió en la Nicaragua de Violeta Chamorro (quien desplazo a Daniel Ortega y asumió el poder, pero no impulso los cambios estructurales que Nicaragua reclamaba, LO QUE DETERMINO A LOS POCOS AÑOS, EL REGRESO NUEVAMENTE DE ORTEGA).
Evitaríamos así, dejar abierta una ventana para el regreso dentro de pocos años del socialismo del siglo XXI al no permitir este modelo centralista caduco y obsoleto, el desarrollo de las regiones del país, con la consecuente generación de riqueza que garantiza y trae consigo el modelo descentralizado.
Esto lo que yo haría, si Dios me diera el honor de tener la eventual oportunidad de gobernar al país en este momento de caos generalizado.
Atte.
Luis
Balo Farías
Tachirense.
*:
El poder de la gente ¿Cómo podemos los venezolanos solucionar
pacífica y constitucionalmente la grave crisis política, económica, social y
ética por la que estamos atravesando como Nación, cuando el Poder Ejecutivo
controla la totalidad del Poder Público Nacional y el resto de
las instituciones del país?
El Plan o Ruta de Acción
que proponemos, tiene
como fundamento El Poder de la Gente, la Soberanía Popular, el PODER SOBERANO, es decir, el
poder que tenemos los habitantes, no sólo para elegir a los titulares de
los órganos que ejercen el Poder Público, sino, para exigir a esos órganos del
Estado el sometimiento al
Poder Soberano o soberanía popular, derecho está plasmado en la CRBV:
(art. 5: …los órganos del Estado emanan
de la soberanía popular y a ella están sometidos)
Honrando la doctrina de Simón Bolívar (artículo 1
CRBV) hacemos nuestro su sentir de convocar al poder originario como
fuente de las leyes, tal como lo plasmó en la carta enviada a Santander: “…debemos
recurrir al pueblo, para que el mismo pueblo remedie su mal”
El carácter del Poder Originario,
aspectos defendido en 1999 por el constituyente Elías Jaua en la historia y el espíritu del artículo 350
Cito
A Jaua: “…tomando en consideración que el poder constituyente originario es y
será siempre anterior y superior a cualquier Constitución, incluso a la que
estamos aprobando, y por tanto no debe ésta codificarlo, sino simplemente
reconocerlo…
Tomando estas distantes ideológicamente
coincidencias, no queda ninguna duda que corresponde exclusivamente al pueblo,
dar solución a la grave crisis política, económica, social y
ética que apunta hacia la desintegración de la República, por cuanto estamos
legítima y constitucionalmente habilitados para actuar a través del Poder Soberano en forma
directa, con el fin de lograr el restablecimiento de la
efectiva vigencia de la Constitución tal como lo dispone el artículo 333 de la
Carta Magna: (…) en tal eventualidad todo
ciudadano investido o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el
restablecimiento de su efectiva vigencia, y en concordancia con el artículo
326, que nos hace corresponsables de la
seguridad de la Nación, ejerciendo tal corresponsabilidad sobre los ámbitos económico, social,
político, cultural, geográfico, ambiental y militar.
Es
entonces, la fuerza de la gente, de manera organizada y con un objetivo
superior, el impulso que necesitamos para que el pueblo reclame su derecho
legítimo a vivir y
progresar en democracia y libertad.
Al asumir
consciencia de la necesidad de ejercer el Poder Soberano para salir de la
crisis, se abre el cauce a un abanico de alternativas, entre ellas, a
una Junta de un gobierno de transición y convocar por iniciativa popular al
Poder Constituyente Originario, con el fin de materializar el cambio del modelo
presidencialista centralista, con base en
un Proyecto y una visión compartida de País, evitando así el secuestro de la
voluntad y bienestar colectivo por intereses partidistas y particulares.
La actual constitución reza en el Artículo 70. Son medios de participación y protagonismo del pueblo en
ejercicio de su soberanía, en lo político: (…) la consulta popular, (…) y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas
decisiones serán de carácter vinculante,…
Debemos entonces,
Convocar y coordinar Consultas o Asambleas de Ciudadanos
para la transformación y el GRAN CAMBIO en todo el territorio
nacional, sin intervención de los poderes establecidos, tal como lo estatuye la
Constitución vigente, en los
artículos 5, 70, 71, 347 y 348 de la Constitución.
Desde la provincia proponemos a todos los
venezolanos, a lo largo y ancho del territorio y a nivel internacional, a
ejercer su ciudadanía y derechos políticos, y conformar tantos núcleos de
organización como sean necesarios y sus respectivas ramificaciones hacia todos
los estratos sociales, para llevar a cabo consultas populares o Asambleas
de Ciudadanos.
Este
mecanismo nos permitirá saber exactamente:
¿Cuantos ciudadanos venezolanos
aprobamos o desaprobamos la manera como se ha conducido el país?
¿Cuantos ciudadanos venezolanos
aprobamos o desaprobamos la manera como se realizaron las últimas elecciones en
Venezuela?
¿Cuantos ciudadanos venezolanos
aprobamos o desaprobamos la manera en que se nos impuso la Asamblea Nacional
Constituyente, no reconocida por organismos nacionales e internacionales?
¿Cuantos ciudadanos venezolanos,
aprobamos o desaprobamos un pacto que instaure un Gobierno de Transición y Unidad Nacional que permita un progreso
pacífico a la modernidad?
¿Cuantos ciudadanos venezolanos
aprobamos o desaprobaríamos un gran cambio para, impulsar una manera diferente
de administrar el país, y los asuntos públicos a través de un Modelo de
Democracia diferente a la que conocemos?
¿Cuantos venezolanos deseamos que
las Fuerzas Armadas, regresen a cumplir sus funciones y no a seguir al servicio
de parcialidades políticas?
ü¿Cuantos ciudadanos venezolanos
estaríamos dispuestos a manifestar pacíficamente, para presionar a cumplir un
mandato del poder originario a través de una hoja de ruta clara y transparente,
que nos garantice un país desarrollado, con el regreso a la verdadera
Democracia, Libertad, y Modernidad de nuestro país?
La
respuesta a cuantos somos, y estaríamos dispuestos a participar, para cambiar
la situación actual, será abrumadoramente
mayoritaria, si establecemos claramente la ruta a transitar, para
constitucionalmente, no solo cambiar al
régimen, sino también la manera de gobernar el país bajo un Modelo diferente de
Estado, para que más nunca se repita la pesadilla de los últimos 40 años,
que dieron al traste con una de las mejores democracias de América.
Recordemos
a Bolívar “…Vd dirá que eso no es
legítimo, y yo, a la verdad, no entiendo que delito se comete en ocurrir a la
fuente de las leyes, para que remedie un problema que es del pueblo y solo el
pueblo conoce”
Con este
mecanismo, unificaríamos el descontento social existente por las consecuencias
de la crisis (inflación, corrupción, malos servicios, malversación, desempleo,
inseguridad, falta de gasolina, gas, transporte etc.).
Se trata de lograr una gran movilización que haga que todos los
venezolanos, nos aglutinemos, a través de un mandato
popular, que emerge del pueblo de manera pacífica y constitucional, y que
permite que las variables políticas se transformen en el detonante que el país
requiere para activarse y liberarse.
Estas variables, direccionadas correctamente
hacia ese objetivo común, permitiría colocar lo que parece inevitable y todo el
mundo comenta, de una explosión social, bajo el control de un mandato
constitucional y vinculante de los venezolanos, al debatir con la población la
dirección, para cambiar primero el
gobierno y segundo el modelo de Estado centralista-militarista de poder
ilimitado y así, no quedar, bajo el designio de grupos interesados y de los
cuales solo conocemos su apetito por el poder; Como lo escribió Bolívar a
Santander “…Digo francamente que si esto no es
legítimo, será necesario a lo menos y, por lo mismo, superior a toda ley, pero
más que todo es inminente popular, y por lo mismo, muy propio de una república
eminente democrática.
Si no hacemos así, ordenadamente, con cabeza fría, y un proyecto modernizador por delante, el cambio irremediablemente igual ocurrirá, pero será un cambio hacia un destino incierto, lleno de intereses sectarios y altamente inestables…
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