Los venezolanos estamos claros, que el origen
principal de la crisis venezolana, se debe el excesivo poder que nuestras
constituciones, les han otorgado a los presidentes que hemos tenido a lo largo
de nuestros 207 años de historia republicana;
Un excesivo centralismo del poder devenido en
militarismo, obsoleto y caduco que nos mantiene anclados en el subdesarrollo y
en el siglo XX.
Diferenciar, el origen de la crisis venezolana
de las consecuencias de la misma, es la clave que nos permitiría comenzar a
caminar sobre piso firme en la solución, rescate, reconstrucción y
reconciliación del país.
Debemos por lo tanto, instaurar una nueva y más
democrática relación entre los ciudadanos y el Poder Político, porque el Modelo
de Estado con sistema presidencial de Gobierno como lo conocemos, ya cumplió su
ciclo de vida, o sea ya no funciona, y sabemos que cualquier Gobierno que llegue
fracasará, sin importar signo político, calidad u honestidad administrativa
(nadie podrá gobernar este maltrecho País con este obsoleto Modelo Presidencialista-centralista,
verdadero
culpable de la crisis y responsable de la caótica situación de las últimas
décadas (tenemos que recordar que esta crisis comenzó en 1978 (hace 39 años), y se hizo visible el viernes
negro en febrero de 1983, fecha desde la cual no hemos dejado de caer).
La advertencia de lo que nos está pasando, la hizo
la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado en 1983
(COPRE)
por esto es que:
requerimos de un GRAN CAMBIO de nuestro Modelo político, para que lleguemos a
ser, otra vez, la primera, la más moderna y envidiada de las democracias de
América Latina.
El Modelo ha
colapsado, siendo necesaria la re ingeniería completa del Estado, lo que
significa, que debemos cambiar la forma centralizada de Gobierno que ha
prevalecido desde la fundación de Venezuela como Nación en 1811, razón por la
que Caracas es el principal asiento de los Poderes Públicos, allí nunca se
detienen los suministros de electricidad, agua, alimentos en detrimento de
cualquier ciudad del interior país, sin importar el nivel de la crisis (aunque
el problema es de tal magnitud que hasta allí están escaseando), es Caracas, el
eje principal del Presupuesto Nacional y desde la cual se organiza todo lo que
se hará en las regiones, en sumatoria, es el centro del Poder Político y
Económico del País en detrimento de las Provincias y por ende de la calidad de
vida del resto de los venezolanos.
Este
Modelo Político del país y su distribución financiera solo le ha sido
conveniente a quienes hasta ahora han usufructuado el Poder centralizadamente y
que nunca estarán de acuerdo en que eso cambie: pero también a los que aspiran
llegar a gobernarnos con el mismo modelo fracasado, que nos trajo a esta
caótica situación.
Los Estados Federales de Poder Centralizado, NO han sido
instrumentos eficaces para superar la pobreza, ignorancia, exclusión social y
devastación institucional acumuladas en ningún país del mundo, ni en ninguna
época de la historia de la humanidad.
Todos los Presidentes, con visiones obsoletas de cómo enfrentar la
grave situación de Venezuela y con un modelo de Estado centralista, no han
podido ni podrán transformar positivamente la crítica realidad. Situación cada
vez peor, por una corrupción galopante, generalizada e incontrolada que ha
entregado la soberanía y el petróleo a intereses políticos y económicos extra
nacionales.
Para detener y controlar la corrupción, y
desarrollar el País, se necesita una nueva distribución del Poder, Este es el
factor decisivo para restablecer el Estado de Derecho y reconciliar y
reconstruir el País y así superar las injusticias, pobreza, ignorancia, corrupción,
malversación y la exclusión social.
EL
PACTO.
Voy a citar unas
palabras del Dr. Aristigueta Gramko …” Mi colaboración con Venezuela; A mis 84 años no tengo
ambiciones personales, me siento satisfecho y realizado con la vida que he
tenido. No busco cargos, ni reconocimientos, pero confieso que me gustaría,
antes de partir, poder contribuir a dejar una Venezuela libre y encaminada
hacia la democracia y el desarrollo. Siento además la necesidad de utilizar
todas las fuerzas que me quedan para lograr abrir las rejas de los calabozos
que encierran a tantos seres que no se parten ni se doblegan, porque sus
ideales vuelan alto y sus espíritus nos convocan a seguir rebelándonos contra
una tiranía que jamás logrará detener a este bravo pueblo que decidió ser libre
…”
Conocemos el desánimo reinante en la
sociedad venezolana, lo cual no significa que no haya ganas de cambiar el
estado de cosas como se vienen sucediendo en el país, por eso creemos en un PACTO POLÍTICO y social a dos años, que
podría ser liderado por el DR. ENRIQUE
ARISTIGUETA GRAMKO (Figura por demás emblemática por formar parte de la
Junta de Transición de la Dictadura de Marcos Pérez Jiménez a la democracia) La
instauración de este GOBIERNO DE
TRANSICIÓN O DE UNIDAD NACIONAL, nombrado por la AN, podrá dirigir al país
en dos vías simultaneas:
En
primer lugar, convocar a los mejores talentos del país, para a través
de UN PLAN DE EMERGENCIA NACIONAL, alcanzar
la estabilidad política necesaria, y atender prioritariamente la satisfacción
de la demanda de la población por alimentos, medicinas, seguridad interna,
relaciones fronterizas, equilibrio fiscal, impulso a la actividad productiva nacional,
es decir, tomar las medidas que haya que tomar para paliar la crisis. (los
paños de agua tibia mientras se estabiliza el país política y socialmente)
1.- Cumplimiento de la
Constitución.
2.- Facilitar el canal
humanitario (alimentos y medicinas).
3.- Libertad de presos políticos,
eliminación de las inhabilitaciones, y retorno de los exiliados.
4.-Derogatoria de las leyes
y Decretos con Rango, Valor y Fuerza de Ley que colidan o violen la
Constitución.
5.-Exigencia a las FAN de
someterse al marco constitucional -Art. 328 Constitucional- En el cumplimiento
de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de
persona o parcialidad política alguna.
6.-Propiciar las condiciones
para la re activación del aparato productivo nacional, incluyendo la retrocesión
de las expropiaciones y la devolución de bienes muebles e inmuebles a los
propietarios que no hayan recibido el pago de la justa indemnización.
7.-Demandar Justicia ante la
Corte Penal Internacional contra los responsables por la comisión de delitos de
lesa humanidad, ecocidios y corrupción.
8.-Desmantelamiento del
aparato de corrupción establecido en las fronteras y control de las
narco-guerrillas (FARC, ELN, “boliches”, paramilitares, etc.). De la misma
manera, erradicar la intromisión de otros países o de intereses extranjeros en
las decisiones y funcionamiento del Poder Público.
En segundo lugar, empoderar al país para inducir el GRAN CAMBIO, del modelo
centralista-presidencialista del poder; o sea, la
propuesta de una solución definitiva a la crisis estructural a través del
consenso en torno a un Proyecto País.
Venezuela tiene que romper sus viejos paradigmas tercermundistas que no
la dejan salir del subdesarrollo, esos viejos esquemas y modelos
centralistas-militaristas, no son válidos para los retos del futuro.
Debemos entonces diseñar una visión sistémica y compartida de país que
vaya más allá de los beneficios y soluciones inmediatas, que permita, en un
mundo globalizado, convertirnos en un país competitivo, capaz de pensar,
planificar y construir una sociedad federal descentralizada, democrática,
desarrollada, moderna, más justa y amante de la paz.
Para
ello, el Gobierno de Transición de Unidad Nacional, debe facilitar las
condiciones para el gran cambio a través de la activación y desarrollo del
Poder Constituyente Originario, por Iniciativa Popular (15% de los Electores),
con fundamento en los artículos: 5, 70, 347, 348 y 349 Constitucionales, para
lograr la instauración de un moderno Modelo de Estado Federal de poder
descentralizado.
La Asamblea Constituyente, al convocarse
podría, en ejercicio de la soberanía popular y del Poder Constituyente del
Pueblo, razonar y autorizar por un tiempo determinado de 2 años, la duración de
esta JUNTA DE TRANSICIÓN O GOBIERNO DE
UNIDAD, mientras se debate, redacta, aprueba en referendo y entra en
vigencia una nueva Constitución que contenga plasmado el modelo descentralizado.
Una vez aprobada la nueva
constitución, el JUNTA DE TRANSICIÓN O
GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL convocaría a elecciones generales para renovar
todos los Poderes Locales, Regionales y Nacionales.
Esta es una vía
posible y realmente eficaz en la práctica para un cambio pacífico, constitucional,
democrático y electoral no solo del Modelo causante de la crisis, sino también
del Gobierno y del Presidente.
No obstante, es el pueblo el que
tiene y debe tener la última palabra, al fin y al cabo, a él se deben los
poderes constituidos, por lo menos, eso es lo que está escrito en la
Constitución.
Atte. Luis Balo Farías.
Tachirense.
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