La Alianza Nacional
Constituyente (ANC), una red de organizaciones de la sociedad civil y diversas
organizaciones sociales, políticas, gremiales, laborales, estudiantiles,
académicas, religiosas y empresariales, le comunicó al presidente Nicolás Maduro
su compromiso con “un auténtico proceso de Reencuentro, Reconocimiento y
Reconciliación Nacional en justicia, que nos permita, mediante un nuevo
Pacto Social y Político, la transformación del Estado y la reconstrucción
nacional”.
La Alianza Nacional
Constituyente (ANC), es una red de organizaciones de la Sociedad Civil y
de diversas organizaciones sociales, políticas, gremiales, laborales,
estudiantiles, académicas, religiosas, empresariales que, por iniciativa
propia, deciden promover de manera Cívica, Pacífica, Democrática y
Constitucional, la discusión y concertación impostergable de un Nuevo
Proyecto de País, para reinstitucionalizar a Venezuela, todo
con el propósito de alcanzar el bienestar social de nuestros ciudadanos.
En la búsqueda de este propósito,
como ciudadanos venezolanos, consideramos nuestro deber impostergable
dirigirnos a Usted, en momentos de la delicada crisis en la que se encuentran
las instituciones y la vigencia del estado de derecho en Venezuela. En estas
horas, hemos alcanzado un saldo que resulta por demás elocuente sobre la
situación que vive la República: una Asamblea Nacional declarada en desacato
por el Poder Judicial; un Presidente declarado en abandono del cargo por la
Asamblea Nacional; una constituyente en curso sin convocatoria popular; una
masiva consulta popular celebrada sin autoridad electoral; una Fiscalía General
soportando sus actuaciones en el artículo 333 constitucional; un Tribunal
Supremo sustituido en su totalidad por la Asamblea Nacional; más de cien
muertes en protestas; odio; desesperanza; desesperación.
Estos hechos urgen convocar a todos
los venezolanos a agotar nuestro mayor esfuerzo por el restablecimiento de la
unidad nacional, la dignidad, la justicia, la paz social y política,
por lo que consideramos en extremo urgente adelantar un auténtico
proceso de Reencuentro, Reconocimiento y Reconciliación Nacional en
justicia, que nos permita, mediante un nuevo Pacto Social y Político, la
transformación del Estado y la reconstrucción nacional, para hacer posible
alcanzar la deseada estabilidad social y política de los venezolanos,
superar el enfrentamiento el cual, amenaza con degenerar en una
indeseable y trágica confrontación violenta.
Usted ha convocado un proceso
constituyente, en donde la interpretación de la norma constitucional que lo
faculta no ha sido debidamente aplicada, al tratarse de una materia de la mayor
trascendencia nacional, pues, se trata de la más importante y fundamental
herramienta de que disponen los ciudadanos de un país para concertar y
proyectar su vida pública y republicana, como lo es su Texto Fundamental. ¿Y
qué mejor que sea el pueblo soberano, en quien reside intransferiblemente la
soberanía popular, quien por su propia naturaleza, fuente de las leyes y
depositario del poder originario constituyente, quien por iniciativa popular lo
convoque? Que sea ese mismo pueblo, suficientemente consultado, debida y
proporcionalmente representado, quien se dé la solución que más convenga a sus
problemas y al destino de la patria.
Usted tiene la altísima
responsabilidad -ante los venezolanos y el mundo- de evitar que la agudización
de la confrontación y la crisis tengan un desenlace sangriento. Esta razón
resulta más que suficiente para expresarle la conveniencia de buscar
puntos de encuentro con lo diverso de nuestra sociedad, no con facciones que
repiten obstinadamente “el desconocimiento del otro” que tanto daño nos ha
hecho, y que tienen como estandarte la práctica del sometimiento que es
necesario erradicar para avanzar en la ruta del desarrollo del país.
En este propósito, la Alianza
Nacional Constituyente ha venido -con estricto apego al Texto Constitucional
vigente-, promoviendo la realización de una Constituyente de Carácter
Originaria, convocada por iniciativa popular. Estamos en un momento
Constituyente, y hemos puesto a consideración del país el texto Proyecto
País Venezuela Reconciliada vía Constituyente, producto del trabajo de un equipo multidisciplinario de venezolanos, originarios en su mayoria de la provincia tachirense, agrupados en un organismo no gubernamental independiente de ataduras partidistas, El Movimiento Independiente Democratico (MID); que recoge una propuesta
para una nueva y moderna Venezuela; igualmente, elaboró el documento
titulado: Bases Constituyentes, Propuesta de los Ciudadanos para la
Reconciliación y el Cambio, que recoge, aparte de los fundamentos que
soportan la convocatoria constituyente, las Bases Comiciales que
garantizan la representación proporcional de toda la sociedad venezolana, en
sus diferentes formas de expresión; y, más recientemente, propusimos a la
Asamblea Nacional la celebración de la Consulta Popular que se efectuó el
día 16 de julio, iniciativa que también hicimos conocer mediante comunicaciones
del mismo tenor ante la Fiscalía General de la Republica.
Por lo tanto, sin distingo de
condición política alguna, tenemos la obligación de realizar todos los
esfuerzos posibles para el logro de la reconciliación nacional, evitando que el
país caiga en una etapa de destrucción, pues además, si ello se diera, al
final, inevitablemente, también se desembocaría en el mismo pacto o
acuerdo, pero, ya para entonces, no para prevenir un enfrentamiento fratricida,
sino como una forma de armisticio para ponerle fin al conflicto mismo, después
de una dolorosa tragedia humana, imposible de cuantificar.
Siempre hemos privilegiado el que
seamos los venezolanos quienes solventemos nuestros problemas y diferencias,
sin la injerencia foránea, venga de donde venga, razón por la que, en este
momento de dificultad, debemos abogar para que así sea; pero tampoco debemos
desconocer la realidad actual globalizada pues no estamos aislados, y el
mundo de hoy dispone de instituciones multilaterales, hemisféricas y regionales
que no permanecen ajenas a lo que acontece en cualquier lugar del mundo,
instituciones a muchas de las cuales nuestro país está adscrito. Instituciones
que atendiendo a su misión, en su momento, han acudido en auxilio de sociedades
ante graves y dolorosas convulsiones vividas.
Ahora bien, no hay lugar para las
dudas en relación a que el pueblo soberano venezolano está ávido de
protagonizar, participar y expresar su opinión en estas difíciles horas que
vive la República, por lo que resulta en extremo conveniente suspender y posponer
el llamado constituyente por usted realizado para el venidero 30 de julio, y
convocar, con la urgencia debida, a la Sociedad Civil
Venezolana, representada en las organizaciones políticas, iglesias,
academias, universidades, gremios, productores, empresarios, estudiantes,
sindicatos, obreros, campesinos, retomando y replanteando, de una manera
pacífica y democrática, un proceso constituyente originario
En este sentido, la Alianza Nacional
Constituyente le propone, ante la iniciativa constituyente por Usted
tomada, que sea el Pueblo Soberano, depositario del Poder Originario,
fuente natural de la soberanía y las leyes, que intransferiblemente
reside en él, quien decida lo que por derecho le es propio y le
corresponde hacer: darse la solución que más convenga a Venezuela, mediante la
convocatoria por Iniciativa Popular a una Asamblea Nacional
Constituyente de carácter Originaria, para transformar al Estado darnos un
nuevo ordenamiento jurídico, y acordar un nuevo Pacto Social que nos permita
superar la polarización, la confrontación y priorice la reconciliación en
justicia. Convocado por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo, realizada
dentro del marco de un nuevo Proyecto País, proyecto perfectible que la Alianza
Nacional Constituyente ha puesto a la consideración de los más diversos
sectores de la vida nacional, que se traduzca, no en una Constitución
más, como casi todas las que hemos tenido, sino en una nueva Constitución en la
que todos nos sintamos interpretados, que traiga al presente el futuro y el
sentir del país a que aspiramos. Este, a nuestro juicio, sería el paso
real y fundamental para el regreso de la paz y la concertación entre todos los
factores de la nación.
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