"No existe nada más difícil
e incierto de realizar, que dirigir la introducción de un nuevo orden de cosas,
porque la innovación no tiene por
amigos a todos aquellos que han tenido éxito en las condiciones anteriores,
y tiene por tibios defensores, aquellos que
pudieran tener éxito"...
Nicolás Maquiavelo.
No obstante "...El mundo de hoy enfrenta problemas
que no pueden ser resueltos, pensando en la forma,
en que se pensaba cuando fueron creados" ... Albert
Einstein.
¿Podremos
los Tachirenses solicitar, vía referéndum, nuestra Autonomía política,
económica, social y cultural integral?
¿Podremos
solicitar a los propietarios de la soberanía, instituir el primer contrato
histórico para el Desarrollo Autonómico del Táchira?
Reflexiones:
“La Política
tiene que aprender a hacer los cambios a tiempo”
“Las leyes nacen para ser perfeccionadas”
"El Ciudadano está intoxicado de
presidencialismo".
"Salgamos a enseñar al Pueblo lo que es la
Autonomía Regional".
El
Táchira que tenemos.
Con aprensión vemos
cómo nuestro Estado y el país, que dispone de cuantiosos y diversos recursos
naturales, humanos, materiales y extraordinarios ingresos económicos, en vez de
desarrollarse y progresar, se ha degradado a niveles mínimos y observamos, con
asombro, como Venezuela, ocupa los primeros lugares mundiales en los índices de
violencia, criminalidad, inflación, corrupción e impunidad frente a los delitos
de sicariato, hampa común, narcotráfico, contrabando de combustible entre
otros, también, baja producción y productividad económica, pésima calidad de
vida de sus habitantes, deficiente educación y de otros índices de civilización
y desarrollo humano.
Además, de la nefasta
realidad anterior se suma el desmedido
aumento de la importación de alimentos, materias primas, ganado en pie y
productos manufacturados que antes medio producíamos, con el agravante de la
importación fraudulenta de elevados volúmenes de alimentos, ocasionando grandes
pérdidas al patrimonio de los venezolanos.
También, se agrega a
este caótico contexto, la concentración totalitaria de los inmensos recursos
petroleros en el poder centralista presidencial, quien, los distribuye
discrecionalmente a su conveniencia, desconociendo las demandas de recursos
legítimos de las autoridades estadales y municipales e impidiendo su inversión
para atender las necesidades de servicios básicos de la población. La situación
vista así, exige un cambio de rumbo con carácter de urgencia.
Esta situación nos ha
llevado a poseer en el Estado, grandes debilidades entre ellas: Alto índice de
población en situación de pobreza y marginalidad, desnutrición, transgresión de
los valores humanos que acentúan la violencia social-familiar en amplios
sectores de la población tachirense.
Ingobernabilidad consecuencia
del centralismo, en detrimento de las competencias de las autoridades
regionales y locales lo que conlleva, cada vez más, a un caos social con reales
posibilidades de retorno a posiciones totalitarias, que imposibilitan avanzar
en el proceso de descentralización y en la obtención de las correspondientes
autonomías regionales y locales tímidamente plasmadas en la carta magna.
A pesar de los ingresos
fiscales del Estado, carencia de recursos financieros por parte de las
autoridades estadales y municipales para atender las necesidades básicas de la población, ante la ausencia de una ley
que regule la descentralización de los recursos y así, acabar con las políticas
totalitarias de los gobiernos centralistas de turno.
Alto nivel de deterioro
de la calidad de vida de la población por la escasa inversión pública, la cual
limita la capacitación del personal institucional, en cuanto a la dotación,
equipamiento y prestación de servicios públicos de calidad, especialmente de la
seguridad, educación, salud, vialidad, vivienda, agua potable, disposición de
los desechos sólidos y aguas residuales y así incentivar los procesos
económicos para el desarrollo.
Debilidad de los
municipios, células fundamentales e institucionales del país, por grandes
limitaciones técnicas, políticas y económicas, para generar recursos
financieros y ser autogestionarios.
Problemas críticos por
la excesiva burocracia y el deterioro importante de valores y principios éticos
en los funcionarios públicos, con evidentes signos de corrupción.
Inexistencia de planes
de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano en los diferentes municipios y
el no cumplimiento de los planes de desarrollo municipal, de ordenamiento
urbano y de desarrollo estadal.
Insuficiencia de las
infraestructuras para la producción, vialidad, aeropuertos, transporte,
servicios básicos, educación, salud, electricidad, telecomunicaciones y las
existentes, gravemente deterioradas.
Marcada depresión de
los mercados locales por efecto del progresivo aumento de la inflación, bajos
ingresos de la población y escasez de materias primas, productos y alimentos
básicos. También influyen las medidas punitivas a comerciantes e industriales
por parte de instituciones fiscales nacionales.
Constante racionamiento
de agua y cortes intempestivos y reiterados de la electricidad que afectan los
sectores domésticos, productivos, comerciales, institucionales y de toda
índole, con consecuencias altamente negativas para los usuarios. Con la
consecuente elevada contracción de la economía local y del ámbito social del
Táchira.
Grave deterioro
ambiental de importantes sectores de las partes altas de las cuencas
hidrográficas, zonas protectoras de obras hidráulicas y espacios públicos,
debido a la significativa población asentada en zonas de alto riesgo ambiental
y a la ocupación antrópica anárquica de espacios vulnerables, ocasionando
graves conflictos de uso, damnificados y pérdidas de vidas ante eventos
naturales extraordinarios, alta contaminación de las aguas y elevada erosión
productora de sedimentos. Los Parques Nacionales ubicados en el estado no tienen reglamento de
uso.
Desestimulo de la
educación, capacitación y adiestramiento de la población para el desarrollo y
el progreso, y fuertes restricciones para el emprendimiento y la pro-actividad
del tachirense.
La desesperanza y
pérdida de la confianza en el desarrollo del Estado, por parte de la población
más capacitada, ante el manifiesto deterioro institucional, de las condiciones
sociales y económicas.
Alarmante emigración
del capital humano y económico hacia otras localidades regionales e
internacionales.
Incumplimiento de
tratados y convenios binacionales por parte de Venezuela, derivados de la falta
de visión para aprovechar la fortaleza de ser frontera.
Contraloría ineficaz y
ausencia de transparencia y de control social de la gestión pública.
Presencia y actuación
en sectores del territorio tachirense de narcotraficantes, paramilitares,
grupos guerrilleros, grupos anárquicos nacionales y delincuencia común.
Altos niveles de inseguridad,
principalmente, por la impunidad consecuencia de la corrupción en los
organismos de seguridad, Fiscalía y Poder Judicial, debido al secuestro
político-ideológico de estos entes públicos por el Ejecutivo Nacional, además,
por la falta de estímulos laborales y de planes concretos de parte del Estado
Venezolano para combatir este flagelo.
Elevadas tasas de
desempleo y subempleo, y deprimidos niveles de ingreso familiar y por
habitante.
Escasa disponibilidad
de tierras con vocación de uso urbano residencial en la zona metropolitana de
San Cristóbal y principales ciudades que concentran la población del Estado.
Contrabando de
extracción de productos de la cesta básica.
Inadecuada disposición
y falta de infraestructura idónea para el tratamiento de los desechos sólidos.
Poca capacidad de
cobertura de los medios radioeléctricos venezolanos y mal uso de los medios de
comunicación por la limitada voluntad política, capacidad técnica y operativa
para la formación republicana, democrática, y ciudadana, lo cual impacta la
pérdida de identidad nacional y regional, renovación del liderazgo que acentúa
el proceso de transculturización. Además, de insignificantes programas y falta
de espacios adecuados para el desarrollo de actividades culturales, la
recreación y ocupación del tiempo de ocio.
El suministro de
gasolina a la población es regulado mediante la instalación de un “TAB”
conocido como “Chip”, dispositivo inconstitucional, que representa un
racionamiento disfrazado del combustible, considerando al tachirense como un
venezolano de segunda. Por otra parte el suministro de gas es demorado, lo que
favorece la corrupción en la prestación del servicio.
Y por si esto fuera
poco, las Amenazas y Arbitrariedades del poder central de turno, al usurpar las
competencias de las autoridades estadales y locales democráticamente elegidas;
militarizando actividades propias de la sociedad civil.
Inexistencia de la Ley
de Hacienda Pública de los estados y municipios y confiscación-distorsión del
uso de los recursos económicos, a través de la promulgación de leyes que
consolidan el uso de los recursos por el Poder Central (actualmente recién
aprobada en primera discusión en la Asamblea Nacional)
Atrasos de CORPOELEC en
la construcción de la Represa La Vueltosa, planta generadora, líneas de trasmisión y distribución de
energía eléctrica de la etapa III del Complejo Uribante-Caparo, como de la
ejecución del mantenimiento mayor de la planta generadora San Agatón.
Pérdida de soberanía y
de la institucionalidad, por ausencia del Estado en los espacios geográficos
ocasionando indefensión de nuestras fronteras.
Aplicación de políticas
incoherentes de fronteras y del proceso de integración y de cooperación
binacional, entre Colombia y Venezuela.
Pérdida de divisas por
el comercio ilegal de extracción. Otorgamiento de divisas preferenciales, a la
población extranjera sin control, negándolas a comerciantes e industriales.
Procesos fraudulentos
para la confiscación de tierras productivas y asentamientos poblacionales en
las zonas norte y sur del Estado.
La profundización de la
brecha económica, entre, los municipios y entre, los diferentes grupos
sociales.
Acentuación del proceso
de transculturización
Por si fuera poco, ya
el petróleo es un commodity en decadencia. En el mes reciente, diciembre del
2015, se aprobó en París, la lucha contra la contaminación; eso quiere decir
que la energía fósil está en decadencia y conociendo que esta es nuestra única
fuente de ingresos, respondernos ¿qué vamos a hacer con esa realidad que está a
vuelta de esquina?
Como vemos estamos
inmersos en una profunda crisis, toda una crisis estructural, que nos tiene postrados
en esta caótica situación actual.
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esta historia continuara