domingo, 31 de julio de 2016

La Rebelion de los Tachirenses (Parte 1) El Táchira que tenemos por Luis "Balo" Farias -




"No existe nada más difícil e incierto de realizar, que dirigir la introducción de un nuevo orden de cosas,
porque la innovación no tiene por amigos a todos aquellos que han tenido éxito en las condiciones anteriores,
 y tiene por tibios defensores, aquellos que pudieran tener éxito"...
Nicolás Maquiavelo.


No obstante  "...El mundo de hoy enfrenta problemas que no pueden ser resueltos, pensando en la forma,
en que se pensaba cuando fueron creados" ... Albert Einstein.



¿Podremos los Tachirenses solicitar, vía referéndum, nuestra Autonomía política, económica, social y cultural integral?
¿Podremos solicitar a los propietarios de la soberanía, instituir el primer contrato histórico para el Desarrollo Autonómico del Táchira?

Reflexiones:

"El Desarrollo es un aumento en el crecimiento político, económico, social, y cultural de una  sociedad"


 “La Política tiene que aprender a hacer los cambios a tiempo”


“Las leyes nacen para ser perfeccionadas”



"El Ciudadano está intoxicado de presidencialismo".


"Salgamos a enseñar al Pueblo lo que es la Autonomía Regional".






El Táchira que tenemos.

Con aprensión vemos cómo nuestro Estado y el país, que dispone de cuantiosos y diversos recursos naturales, humanos, materiales y extraordinarios ingresos económicos, en vez de desarrollarse y progresar, se ha degradado a niveles mínimos y observamos, con asombro, como Venezuela, ocupa los primeros lugares mundiales en los índices de violencia, criminalidad, inflación, corrupción e impunidad frente a los delitos de sicariato, hampa común, narcotráfico, contrabando de combustible entre otros, también, baja producción y productividad económica, pésima calidad de vida de sus habitantes, deficiente educación y de otros índices de civilización y desarrollo humano.

Además, de la nefasta realidad anterior se suma  el desmedido aumento de la importación de alimentos, materias primas, ganado en pie y productos manufacturados que antes medio producíamos, con el agravante de la importación fraudulenta de elevados volúmenes de alimentos, ocasionando grandes pérdidas al patrimonio de los venezolanos.

También, se agrega a este caótico contexto, la concentración totalitaria de los inmensos recursos petroleros en el poder centralista presidencial, quien, los distribuye discrecionalmente a su conveniencia, desconociendo las demandas de recursos legítimos de las autoridades estadales y municipales e impidiendo su inversión para atender las necesidades de servicios básicos de la población. La situación vista así, exige un cambio de rumbo con carácter de urgencia.

Esta situación nos ha llevado a poseer en el Estado, grandes debilidades entre ellas: Alto índice de población en situación de pobreza y marginalidad, desnutrición, transgresión de los valores humanos que acentúan la violencia social-familiar en amplios sectores de la población tachirense.

Ingobernabilidad consecuencia del centralismo, en detrimento de las competencias de las autoridades regionales y locales lo que conlleva, cada vez más, a un caos social con reales posibilidades de retorno a posiciones totalitarias, que imposibilitan avanzar en el proceso de descentralización y en la obtención de las correspondientes autonomías regionales y locales tímidamente plasmadas en la carta magna.

A pesar de los ingresos fiscales del Estado, carencia de recursos financieros por parte de las autoridades estadales y municipales para atender las necesidades básicas  de la población, ante la ausencia de una ley que regule la descentralización de los recursos y así, acabar con las políticas totalitarias de los gobiernos centralistas de turno.

Alto nivel de deterioro de la calidad de vida de la población por la escasa inversión pública, la cual limita la capacitación del personal institucional, en cuanto a la dotación, equipamiento y prestación de servicios públicos de calidad, especialmente de la seguridad, educación, salud, vialidad, vivienda, agua potable, disposición de los desechos sólidos y aguas residuales y así incentivar los procesos económicos para el desarrollo.


Debilidad de los municipios, células fundamentales e institucionales del país, por grandes limitaciones técnicas, políticas y económicas, para generar recursos financieros y ser autogestionarios.

Problemas críticos por la excesiva burocracia y el deterioro importante de valores y principios éticos en los funcionarios públicos, con evidentes signos de corrupción.

Inexistencia de planes de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano en los diferentes municipios y el no cumplimiento de los planes de desarrollo municipal, de ordenamiento urbano y de desarrollo estadal.

Insuficiencia de las infraestructuras para la producción, vialidad, aeropuertos, transporte, servicios básicos, educación, salud, electricidad, telecomunicaciones y las existentes, gravemente deterioradas.
Marcada depresión de los mercados locales por efecto del progresivo aumento de la inflación, bajos ingresos de la población y escasez de materias primas, productos y alimentos básicos. También influyen las medidas punitivas a comerciantes e industriales por parte de instituciones fiscales nacionales.

Constante racionamiento de agua y cortes intempestivos y reiterados de la electricidad que afectan los sectores domésticos, productivos, comerciales, institucionales y de toda índole, con consecuencias altamente negativas para los usuarios. Con la consecuente elevada contracción de la economía local y del ámbito social del Táchira.

Grave deterioro ambiental de importantes sectores de las partes altas de las cuencas hidrográficas, zonas protectoras de obras hidráulicas y espacios públicos, debido a la significativa población asentada en zonas de alto riesgo ambiental y a la ocupación antrópica anárquica de espacios vulnerables, ocasionando graves conflictos de uso, damnificados y pérdidas de vidas ante eventos naturales extraordinarios, alta contaminación de las aguas y elevada erosión productora de sedimentos. Los Parques Nacionales  ubicados en el estado no tienen reglamento de uso.

Desestimulo de la educación, capacitación y adiestramiento de la población para el desarrollo y el progreso, y fuertes restricciones para el emprendimiento y la pro-actividad del tachirense.

La desesperanza y pérdida de la confianza en el desarrollo del Estado, por parte de la población más capacitada, ante el manifiesto deterioro institucional, de las condiciones sociales y económicas.

Alarmante emigración del capital humano y económico hacia otras localidades regionales e internacionales.

Incumplimiento de tratados y convenios binacionales por parte de Venezuela, derivados de la falta de visión para aprovechar la fortaleza de ser frontera.

Contraloría ineficaz y ausencia de transparencia y de control social de la gestión pública.

Presencia y actuación en sectores del territorio tachirense de narcotraficantes, paramilitares, grupos guerrilleros, grupos anárquicos nacionales y delincuencia común.

Altos niveles de inseguridad, principalmente, por la impunidad consecuencia de la corrupción en los organismos de seguridad, Fiscalía y Poder Judicial, debido al secuestro político-ideológico de estos entes públicos por el Ejecutivo Nacional, además, por la falta de estímulos laborales y de planes concretos de parte del Estado Venezolano para combatir este flagelo.

Elevadas tasas de desempleo y subempleo, y deprimidos niveles de ingreso familiar y por habitante.
Escasa disponibilidad de tierras con vocación de uso urbano residencial en la zona metropolitana de San Cristóbal y principales ciudades que concentran la población del Estado.

Contrabando de extracción de productos de la cesta básica.

Inadecuada disposición y falta de infraestructura idónea para el tratamiento de los desechos sólidos.
Poca capacidad de cobertura de los medios radioeléctricos venezolanos y mal uso de los medios de comunicación por la limitada voluntad política, capacidad técnica y operativa para la formación republicana, democrática, y ciudadana, lo cual impacta la pérdida de identidad nacional y regional, renovación del liderazgo que acentúa el proceso de transculturización. Además, de insignificantes programas y falta de espacios adecuados para el desarrollo de actividades culturales, la recreación y ocupación del tiempo de ocio.

El suministro de gasolina a la población es regulado mediante la instalación de un “TAB” conocido como “Chip”, dispositivo inconstitucional, que representa un racionamiento disfrazado del combustible, considerando al tachirense como un venezolano de segunda. Por otra parte el suministro de gas es demorado, lo que favorece la corrupción en la prestación del servicio.

Y por si esto fuera poco, las Amenazas y Arbitrariedades del poder central de turno, al usurpar las competencias de las autoridades estadales y locales democráticamente elegidas; militarizando actividades propias de la sociedad civil.

Inexistencia de la Ley de Hacienda Pública de los estados y municipios y confiscación-distorsión del uso de los recursos económicos, a través de la promulgación de leyes que consolidan el uso de los recursos por el Poder Central (actualmente recién aprobada en primera discusión en la Asamblea Nacional)

Atrasos de CORPOELEC en la construcción de la Represa La Vueltosa, planta generadora,  líneas de trasmisión y distribución de energía eléctrica de la etapa III del Complejo Uribante-Caparo, como de la ejecución del mantenimiento mayor de la planta generadora San Agatón. 

Pérdida de soberanía y de la institucionalidad, por ausencia del Estado en los espacios geográficos ocasionando indefensión de nuestras fronteras.

Aplicación de políticas incoherentes de fronteras y del proceso de integración y de cooperación binacional, entre Colombia y Venezuela.

Pérdida de divisas por el comercio ilegal de extracción. Otorgamiento de divisas preferenciales, a la población extranjera sin control, negándolas a comerciantes e industriales.

Procesos fraudulentos para la confiscación de tierras productivas y asentamientos poblacionales en las zonas norte y sur del Estado.

La profundización de la brecha económica, entre, los municipios y entre, los diferentes grupos sociales.

Acentuación del proceso de transculturización

Por si fuera poco, ya el petróleo es un commodity en decadencia. En el mes reciente, diciembre del 2015, se aprobó en París, la lucha contra la contaminación; eso quiere decir que la energía fósil está en decadencia y conociendo que esta es nuestra única fuente de ingresos, respondernos ¿qué vamos a hacer con esa realidad que está a vuelta de esquina?

Como vemos estamos inmersos en una profunda crisis, toda una crisis estructural, que nos tiene postrados en esta caótica situación actual.
                                                                                                              ..............  esta historia continuara

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