miércoles, 18 de enero de 2017

Mensaje a la Nación




Llevamos muchísimos años recorriendo Venezuela y siempre nos han hecho las mismas preguntas recurrentemente: ¿Cuál es la diferencia de lo que ustedes están diciendo, de convocar a una Constituyente, con la promesa que siempre hacen los partidos políticos de arreglar al país? ¿Por qué tenemos que hacer una Constituyente, es que eso acaso va a solucionar nuestros problemas?


Y nuestra respuesta es invariablemente la misma: La diferencia del discurso político tradicional con la propuesta que ahora le hacemos al país, es que nada hacemos con cambiar a un gobierno si dejamos las mismas estructuras institucionales que han sido la causa fundamental del desastre sin límites al que nos han llevado a todos los venezolanos. 

Una simple comparación para que todos comprendan: Venezuela es un barco que hace aguas por todos lados en el medio del mar, producto de innumerables errores de todos –los de antes y los de ahora-, y en lugar de ponernos todos de acuerdo para sacar el agua y llevar entre todos el barco a un puerto seguro para hacerle reparaciones mayores, los oficiales que lo dirigen se están matando entre sí para determinar quién será el capitán. Y nos preguntamos ¿de qué sirve ser el capitán de un barco que se va a  hundir, que no llegará a ningún puerto? ¿No sería mejor llevar entre todos a reparar el barco y luego, una vez reparado, decidir quién será el capitán? Esa reparación mayor se llama Asamblea Nacional Constituyente Originaria. Y se llama Originaria o sea una  rebeldía ciudadana, porque todos los que estamos montados en ese barco que se llama Venezuela, somos responsables de llevarlo a un puerto seguro porque en nosotros reside la Soberanía Nacional, que la Constitución nos determina en el artículo 347.

Los ciudadanos que se reunieron en 1811 y nos dieron nuestra primera Constitución decidieron la forma Federal del Estado para nuestro país. Fueron civiles y pueblo como todos nosotros.

Desde nuestra fundación el carácter Federal del Estado de nuestras constituciones no ha sido puesto en la práctica nunca por ninguno de los gobiernos desde la Guerra de Independencia, imponiéndose un férreo centralismo que se ha consolidado en todos los gobiernos, y en especial este ultimo que comenzó hace 18 años, han controlado en desmedro de las regiones, los ingresos de todos los venezolanos, en contraposición al mandato descentralizado establecido en todas nuestras constituciones, provocando pobreza, desigualdad social, y una corrupción mas allá de todo limite concebible.

Es por lo que ahora le estamos planteando a los venezolanos la refundación de la República y la lucha por una segunda Independencia de Venezuela, basado en darle a todas las regiones del país, competencias constitucionales amplias e integrales en materia política, judicial, electoral, tributaria y educativa, con el fin de hacer llegar el Poder a los ciudadanos y sean estos los protagonistas de su propio desarrollo, Eso lo hemos llamado LA REBELIÓN DE LAS REGIONES, y es lo que nos diferencia y distingue de cualquier otra propuesta política antes hecha al Pueblo de Venezuela.

No enumeraremos todas las fallas estructurales a las que ha llegado ese barco que se hunde porque todos los venezolanos las conocen y las padecen en carne propia, en los mercados, en los hospitales, en las farmacias, en las calles y en los cementerios despidiendo a sus seres queridos producto de la delincuencia desatada. Ustedes están aquí para oír que es lo que planteamos para resolverlo. La profundidad de la crisis institucional provocada por la gravísima situación por la que atraviesan los venezolanos imponen un replanteamiento de todo el sistema de gobierno tal y como lo conocemos ahora, y que supone la discusión de cómo administrar el poder y los ingresos con el objetivo de llevar el desarrollo y el crecimiento económico a los más recónditos lugares de nuestra geografía nacional. Esa discusión, llevada a sus últimas, consecuencias resolverá la crisis política presente y nos llevara de nuevo al camino democrático.

Venezuela, producto de de una cadena interminable de errores históricos, nos presenta ahora un derrumbe institucional insostenible, al punto que nos encontramos en este momento con un país sin rumbo y sin Presidente, al ser este destituido por abandono del poder; y ahora también sin Asamblea Nacional al ser esta ignorada por un Tribunal Supremo de Justicia y un Presidente, ambos al margen de la ley. La Asamblea Nacional, ha sido inhabilitada por desacato, según sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que se reservó inconstitucionalmente la facultad legislativa de la presentación de la Memoria y Cuenta anual del Presidente. La Asamblea Nacional no acata la inhabilitación producida por el TSJ por inconstitucional y no ser de su competencia, y  estar integrada por varios magistrados que no cumplen los requisitos exigidos, lo que anula sus decisiones, configurándose una situación  grave de  vacío de poder,  y un dramático cuadro de anomia institucional nunca vista. Es la hora de llamar al Constituyente. ES EL MOMENTO CONSTITUYENTE.

Pero los venezolanos nos preguntamos quien ha abandonado a quien. ¡Aquí los abandonados hemos sido históricamente todos los venezolanos. Desde hace décadas Venezuela espera de sus gobernantes una mejor calidad de vida, y desde hace mucho más de 18 años el deterioro de nuestra población se ha ido agravando, aun en el medio de la mayor bonanza petrolera jamás vista en el mundo, y como consecuencia de tal grado de abandono, padecemos ahora la peor de las plagas económicas, la hiperinflación. Chávez lo que hizo fue profundizar y agravar en modo superlativo todos los males del país y por los que intentó dar un Golpe de Estado en 1992. Ahora a los venezolanos solo nos queda la Constitución y las fuerzas creadoras del Pueblo Soberano. Es la hora de llamar al Constituyente.

Venezolanos, ante esta dramática e injusta situación y ante el impedimento oficial y consecuente fracaso en la aplicación de iniciativas constitucionales para solventar la crisis, la Alianza Nacional Constituyente, movimiento de movimientos, constituida como red nacional de organizaciones políticas y de la Sociedad Civil,  líderes y ciudadanos todos,  anunciamos hoy ante el país y la Comunidad Internacional, nuestra firme y categórica decisión de acudir a los poderes creadores y libertarios de  los venezolanos, para profundizar el propósito de convocar por Iniciativa Popular a un Proceso Constituyente Originario que nos permita en autentico y verdadero dialogo, discutir en torno a la mesa constituyente, el país que queremos y  superar el desastre que amenaza seriamente la gloriosa existencia de la República; ante la cual estamos todos convocados y obligados a agotar nuestro mayor esfuerzo por el restablecimiento de la unidad nacional, la justicia, la paz social y política, la libertad, la democracia, el progreso y el bienestar general de nuestra población. Esfuerzo que ha de iniciarse con un auténtico proceso de Reconciliación Nacional que supere el enfrentamiento que amenaza con una indeseable y trágica confrontación violenta y nos permita mediante un gran pacto social y político, la transformación del Estado y la refundación nacional.
 
Queremos y anhelamos vivir en un país distinto, independiente,  auténticamente federal y descentralizado, libre, solidario, justo, participativo, desarrollado  y democrático. Estamos dispuestos  a luchar porque el destino de Venezuela este íntimamente ligado a un nuevo Proyecto de País que garantice el cambio radical y profundo al que aspiramos con un  desarrollo social e integral sostenible, para comenzar a transitar por el camino de la paz y la libertad, con reconciliación en justicia.

Nos han preguntado una y otra vez ¿cómo podemos convocar a una Constituyente sin la participación de los Poderes Constituidos, como el CNE o el TSJ, quienes en esta situación de vacío institucional se han erigido en poderes por encima del Poder Originario de los venezolanos?

Luego de años de profundo análisis y consulta a los más destacados constitucionalistas del país, presentamos a los venezolanos una solución constitucional, pacífica y electoral, por la vía de la iniciativa popular establecida en nuestra Constitución en el Artículo 348, contenida en una propuesta denominada “Bases Constituyentes – Propuesta de los Ciudadanos para la Reconciliación y el Cambio”. Esta Propuesta que hemos ido discutiendo y actualizando permanentemente, contiene el desarrollo justificado de la Iniciativa Popular.

Esta  discusión interdisciplinaria sobre la activación del poder originario, se concreta entregándoles a los representantes de ese mismo Pueblo la responsabilidad de conducir el proceso constituyente, siguiendo las reglas que el mismo Pueblo se dé. 

La propuesta describe todo el proceso hasta la elección, incluyendo las Bases Comiciales, de los venezolanos que tendrán la responsabilidad de conducir a la Asamblea Nacional Constituyente. La historia reciente de aprobación de las Bases Constituyentes por parte del mismo Pueblo Soberano que da su aprobación al proceso Constituyente Originario nos la dio la experiencia de 1999 cuando el Pueblo Soberano le otorgó a Hugo Chávez la autorización para escribir las Bases del proceso Constituyente de 1999, a través de un Referendo Consultivo porque la convocatoria no estaba en la Constitución de 1961. Ahora esta previsión se encuentra en el Artículo 347 de nuestra Carta Magna. En esta ocasión será el mismo Soberano, quien con su firma apruebe las Bases que se propongan sin la intervención de ningún Poder Constituido.

Todas las entidades supra constitucionales establecidas en el documento de Bases Constituyentes y que nacen luego de alcanzar el mínimo constitucional del 15% de firmantes, tienen legitimidad porque así lo autorizan y aprueban los 3 millones o más de ciudadanos, de acuerdo al actual padrón electoral, cuando firmen y pongan su huella en la Planilla de Recolección de Firmas ya diseñada. Su legitimidad ES INCUESTIONABLE COMO PODER ORIGINARIO por encima de los Poderes Constituidos. Es por eso que las Bases Constituyentes y la Planilla de Recolección de Firmas son uno solo, ya que con la firma se está dando la aprobación a las Bases Constituyentes que regirán todo el proceso, que de acuerdo a lo actualmente establecido no deberá sobrepasar los ciento veinte (120) días luego de reunidas las firmas correspondientes.

Venezolanos, esta  iniciativa propia del Pueblo Soberano Depositario de la Soberanía Nacional y del Poder Constituyente Originario es supraconstitucional, pues nace de su propia naturaleza y como tal no puede ser normada ni codificada por norma o legislación alguna del Poder Constituido. Esto ya fue establecido desde 1999 cuando sin estar establecida la convocatoria al Poder Originario en la Constitución de 1961, la Corte Suprema de Justicia de ese entonces autorizó la consulta al Pueblo para su convocatoria. En este momento es Constitucional y derecho de todos los venezolanos.  

A los integrantes de nuestras Fuerzas Armadas institucionales: Ustedes son los garantes del Poder Constituyente Originario. Representan una Institución, que inequívocamente hereda un glorioso legado libertario. Nuestro ejército traspasó las fronteras de Venezuela en heroicas gestas emancipadoras para liberar e independizar a otros pueblos hermanos del yugo opresor y denigrante esclavitud; No salió para oprimir, conquistar o dominar; talante que le honra como quizá  ningún otro ejército en el mundo lo puede enarbolar y distinguir.  Por ello emana su existencia, razón y misión, del pueblo soberano, en quien reside intransferiblemente la soberanía nacional,  por lo que está establecido que “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación… En el cumplimiento de sus funciones esta al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”  (Art. 328 Constitucional).

En estos difíciles momentos en que el pueblo soberano, se activa, en ejercicio legítimo, para convocar por iniciativa popular a una Asamblea Constituyente de carácter Originario, como fuente de las leyes, para darse un nuevo Pacto Social, entre gobernantes y gobernados, garante de un futuro próspero y  moderno, que satisfaga sus necesidades y legítimas aspiraciones, en el marco de un nuevo Proyecto de País,  es muy pertinente y necesario que la Institución Armada  conozca de nuestra motivación y propósito constituyente, por cuanto se trata de buscar correctivos democráticos, eficaces y constitucionales  a un país que clama salir de la crisis que lo agobia y amenaza, por lo que  inferimos y aseveramos, que siendo el pueblo soberano el convocante,  a quien se debe y acata la Fuerza Armada Nacional, debe contar  con  su firme, absoluto e institucional respaldo   y   garantizada la protección a esta iniciativa inscrita en el ordenamiento legal y constitucional vigente, que por su naturaleza es la solución pacífica, auténticamente democrática, electoral, participativa, incluyente,  propiciadora del reencuentro y reconciliación entre los venezolanos, citamos hoy a nuestro paisano tachirense LEONARDO RUIZ PINEDA quien decía: “...la vehemencia de las luchas políticas nacionales ha sido aprovechada arteramente por falsos voceros públicos para envenenar la opinión venezolana”. “Yo no me acobardaré, es necesario que ellos comprendan que a nosotros nos mueve el valor espiritual que sólo las causas justas imprimen al hombre de bien”. “Creo que ya es tiempo de dar término a las persecuciones entre hermanos, porque pienso que en el suelo de la patria, bajo nuestro cielo, cabemos sin estorbarnos, todos los venezolanos”. “Institucionalizar la democracia es la obra por hacer”.
                                                                                 
VENEZOLANOS esta iniciativa que nos permite a todos con plenos derechos y garantías, prodigarnos el destino y futuro de nuestra nación, donde impere la  libertad, la justicia, la seguridad, la igualdad y equidad, la solidaridad, la salud, educación, vivienda y  trabajo, el respeto a la propiedad privada, la libre expresión, el progreso y desarrollo en su conjunto de la nación.

Como corolario: citemos  a nuestro Libertador Simón Bolívar en Carta dirigida a Santander,  Octubre de 1826:
“En una palabra, mi querido general, yo no conozco más partido de salud, que el de devolver al pueblo su soberanía primitiva para que rehaga su pacto social. Ud. dirá que esto no es legítimo: y yo, a la verdad, no entiendo qué delito se comete en ocurrir a la fuente de las leyes para que remedie un mal que es del pueblo y que sólo el pueblo conoce. Digo francamente que si esto no es legítimo, será imperioso a lo menos, y, por lo mismo, superior a toda ley: pero más que todo es eminentemente popular, y, por lo mismo, muy propio de una república eminentemente democrática.”

A todos los venezolanos. Es posible convocar al Constituyente para resolver la crisis, si todos con fe en nuestras propias capacidades y disposición patriótica, ejercemos la Soberanía de Venezuela, que en nosotros reside, y como depositarios del Poder Originario,  nos sobreponemos como una sola voluntad, convocando a una Asamblea Constituyente de carácter Originaria por iniciativa Popular, en acatamiento a los artículos 2, 3, 5, 7, 19, 25, 70, 328, 333, 347, 348, 349 y 350 constitucionales y  darnos un nuevo Pacto Social que garantice el ejercicio libre y soberano de la ciudadanía para nosotros y las nuevas generaciones.

Ha llegado el momento preciso para “El Gran Cambio”.

¡Estamos en tiempos de activación del poder Originario

Con la Constituyente cambiamos todo.

Por la Alianza Nacional Constituyente
Enrique Colmenares Finol
Coordinador Nacional

Caracas, 17 de Enero de 2017

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