Llevamos muchísimos años recorriendo Venezuela y
siempre nos han hecho las mismas preguntas recurrentemente: ¿Cuál es la
diferencia de lo que ustedes están diciendo, de convocar a una Constituyente,
con la promesa que siempre hacen los partidos políticos de arreglar al país?
¿Por qué tenemos que hacer una Constituyente, es que eso acaso va a solucionar
nuestros problemas?
Y nuestra respuesta es invariablemente la misma: La
diferencia del discurso político tradicional con la propuesta que ahora le
hacemos al país, es que nada hacemos con cambiar a un gobierno si dejamos las
mismas estructuras institucionales que han sido la causa fundamental del
desastre sin límites al que nos han llevado a todos los venezolanos.
Una simple comparación para que todos comprendan:
Venezuela es un barco que hace aguas por todos lados en el medio del mar,
producto de innumerables errores de todos
–los de antes y los de ahora-, y en lugar de ponernos todos de acuerdo para sacar el agua y llevar entre todos el barco a un puerto seguro para
hacerle reparaciones mayores, los oficiales que lo dirigen se están matando
entre sí para determinar quién será el capitán. Y nos preguntamos ¿de qué sirve
ser el capitán de un barco que se va a hundir, que no llegará a ningún
puerto? ¿No sería mejor llevar entre todos
a reparar el barco y luego, una vez reparado, decidir quién será el capitán?
Esa reparación mayor se llama Asamblea Nacional Constituyente Originaria.
Y se llama Originaria o sea
una rebeldía ciudadana, porque todos
los que estamos montados en ese barco que se llama Venezuela, somos
responsables de llevarlo a un puerto seguro porque en nosotros reside la
Soberanía Nacional, que la Constitución nos determina en el artículo 347.
Los ciudadanos que se reunieron en 1811 y nos
dieron nuestra primera Constitución decidieron la forma Federal del Estado para
nuestro país. Fueron civiles y pueblo como todos nosotros.
Desde nuestra fundación el carácter Federal del
Estado de nuestras constituciones no ha sido puesto en la práctica nunca por
ninguno de los gobiernos desde la Guerra de Independencia, imponiéndose un
férreo centralismo que se ha
consolidado en todos los gobiernos, y en especial este ultimo que comenzó hace
18 años, han controlado en desmedro de las regiones, los ingresos de todos los
venezolanos, en contraposición al mandato descentralizado establecido en todas
nuestras constituciones, provocando pobreza, desigualdad social, y una
corrupción mas allá de todo limite concebible.
Es por lo que ahora le estamos planteando a los
venezolanos la refundación de la República y la lucha por una segunda
Independencia de Venezuela, basado en darle a todas las regiones del país,
competencias constitucionales amplias e integrales en materia política,
judicial, electoral, tributaria y educativa, con el fin de hacer llegar el
Poder a los ciudadanos y sean estos los protagonistas de su propio desarrollo,
Eso lo hemos llamado LA REBELIÓN DE LAS
REGIONES, y es lo que nos diferencia y distingue de cualquier otra
propuesta política antes hecha al Pueblo de Venezuela.
No enumeraremos todas
las fallas estructurales a las que ha llegado ese barco que se hunde porque
todos los venezolanos las conocen y las padecen en carne propia, en los
mercados, en los hospitales, en las farmacias, en las calles y en los
cementerios despidiendo a sus seres queridos producto de la delincuencia
desatada. Ustedes están aquí para oír que es lo que planteamos para resolverlo.
La profundidad de la crisis institucional provocada por la gravísima situación
por la que atraviesan los venezolanos imponen un replanteamiento de todo el
sistema de gobierno tal y como lo conocemos ahora, y que supone la discusión de
cómo administrar el poder y los ingresos con el objetivo de llevar el
desarrollo y el crecimiento económico a los más recónditos lugares de nuestra
geografía nacional. Esa discusión, llevada a sus últimas, consecuencias
resolverá la crisis política presente y nos llevara de nuevo al camino
democrático.
Venezuela, producto de de una cadena interminable
de errores históricos, nos presenta ahora un derrumbe institucional
insostenible, al punto que nos encontramos en este momento con un país sin
rumbo y sin Presidente, al ser este
destituido por abandono del poder; y ahora también sin Asamblea Nacional al ser
esta ignorada por un Tribunal Supremo de Justicia y un Presidente, ambos al
margen de la ley. La Asamblea Nacional, ha sido inhabilitada por desacato,
según sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que
se reservó inconstitucionalmente la facultad legislativa de la presentación de
la Memoria y Cuenta anual del Presidente. La Asamblea Nacional no acata la
inhabilitación producida por el TSJ por inconstitucional y no ser de su
competencia, y estar integrada por varios magistrados que no cumplen los
requisitos exigidos, lo que anula sus decisiones, configurándose una
situación grave de vacío de poder, y un dramático cuadro de
anomia institucional nunca vista. Es la hora de llamar al Constituyente. ES EL
MOMENTO CONSTITUYENTE.
Pero los venezolanos nos preguntamos quien ha
abandonado a quien. ¡Aquí los abandonados hemos sido históricamente todos los
venezolanos. Desde hace décadas Venezuela espera de sus gobernantes una mejor
calidad de vida, y desde hace mucho más de 18 años el deterioro de nuestra
población se ha ido agravando, aun en el medio de la mayor bonanza petrolera
jamás vista en el mundo, y como consecuencia de tal grado de abandono,
padecemos ahora la peor de las plagas económicas, la hiperinflación. Chávez lo
que hizo fue profundizar y agravar en modo superlativo todos los males del país
y por los que intentó dar un Golpe de Estado en 1992. Ahora a los venezolanos
solo nos queda la Constitución y las fuerzas creadoras del Pueblo Soberano. Es
la hora de llamar al Constituyente.
Venezolanos, ante esta dramática e injusta
situación y ante el impedimento oficial y consecuente fracaso en la aplicación
de iniciativas constitucionales para solventar la crisis, la Alianza
Nacional Constituyente, movimiento de movimientos, constituida como red
nacional de organizaciones políticas y de la Sociedad Civil, líderes y
ciudadanos todos, anunciamos hoy ante el país y la Comunidad
Internacional, nuestra firme y categórica decisión de acudir a los poderes
creadores y libertarios de los venezolanos, para profundizar el propósito
de convocar por Iniciativa Popular a un Proceso Constituyente Originario
que nos permita en autentico y verdadero dialogo, discutir en torno a la mesa
constituyente, el país que queremos y superar el desastre que amenaza
seriamente la gloriosa existencia de la República; ante la cual estamos todos
convocados y obligados a agotar nuestro mayor esfuerzo por el restablecimiento
de la unidad nacional, la justicia, la paz social y política, la libertad, la
democracia, el progreso y el bienestar general de nuestra población. Esfuerzo
que ha de iniciarse con un auténtico proceso de Reconciliación Nacional que
supere el enfrentamiento que amenaza con una indeseable y trágica confrontación
violenta y nos permita mediante un gran pacto social y político, la
transformación del Estado y la refundación nacional.
Queremos
y anhelamos vivir en un país distinto, independiente, auténticamente
federal y descentralizado, libre, solidario, justo, participativo,
desarrollado y democrático. Estamos dispuestos a luchar porque el
destino de Venezuela este íntimamente ligado a un nuevo Proyecto de País
que garantice el cambio radical y profundo al que aspiramos con un
desarrollo social e integral sostenible, para comenzar a transitar por el
camino de la paz y la libertad, con reconciliación en justicia.
Nos han preguntado una y otra vez ¿cómo podemos
convocar a una Constituyente sin la participación de los Poderes Constituidos,
como el CNE o el TSJ, quienes en esta situación de vacío institucional se han
erigido en poderes por encima del Poder Originario de los venezolanos?
Luego de años de profundo
análisis y consulta a los más destacados constitucionalistas del país,
presentamos a los venezolanos una solución constitucional, pacífica y
electoral, por la vía de la iniciativa popular establecida en nuestra
Constitución en el Artículo 348, contenida en una propuesta denominada “Bases
Constituyentes – Propuesta de los Ciudadanos para la Reconciliación y el
Cambio”. Esta Propuesta que hemos ido discutiendo y actualizando
permanentemente, contiene el desarrollo justificado de la Iniciativa Popular.
Esta discusión
interdisciplinaria sobre la activación del poder originario, se concreta
entregándoles a los representantes de ese mismo Pueblo la responsabilidad de
conducir el proceso constituyente, siguiendo las reglas que el mismo Pueblo se dé.
La propuesta describe todo
el proceso hasta la elección, incluyendo las Bases Comiciales, de los
venezolanos que tendrán la responsabilidad de conducir a la Asamblea Nacional
Constituyente. La historia reciente de aprobación de las Bases Constituyentes
por parte del mismo Pueblo Soberano que da su aprobación al proceso
Constituyente Originario nos la dio la experiencia de 1999 cuando el Pueblo Soberano
le otorgó a Hugo Chávez la autorización para escribir las Bases del proceso
Constituyente de 1999, a través de un Referendo Consultivo porque la
convocatoria no estaba en la Constitución de 1961. Ahora esta previsión se
encuentra en el Artículo 347 de nuestra Carta Magna. En esta ocasión será el
mismo Soberano, quien con su firma apruebe las Bases que se propongan sin la
intervención de ningún Poder Constituido.
Todas las entidades supra
constitucionales establecidas en el documento de Bases Constituyentes y que
nacen luego de alcanzar el mínimo constitucional del 15% de firmantes, tienen
legitimidad porque así lo autorizan y aprueban los 3 millones o más de
ciudadanos, de acuerdo al actual padrón electoral, cuando firmen y pongan su
huella en la Planilla de Recolección de Firmas ya diseñada. Su legitimidad ES
INCUESTIONABLE COMO PODER ORIGINARIO por encima de los Poderes
Constituidos. Es por eso que las Bases Constituyentes y la Planilla de
Recolección de Firmas son uno solo, ya que con la firma se está dando la
aprobación a las Bases Constituyentes que regirán todo el proceso, que de
acuerdo a lo actualmente establecido no deberá sobrepasar los ciento veinte
(120) días luego de reunidas las firmas correspondientes.
Venezolanos, esta iniciativa propia del Pueblo Soberano
Depositario de la Soberanía Nacional y del Poder
Constituyente Originario
es supraconstitucional, pues nace de su propia naturaleza y como tal no puede
ser normada ni codificada por norma o legislación alguna del Poder Constituido.
Esto ya fue establecido desde 1999 cuando sin estar establecida la convocatoria
al Poder Originario en la Constitución de 1961, la Corte Suprema de Justicia de
ese entonces autorizó la consulta al Pueblo para su convocatoria. En este
momento es Constitucional y derecho de todos los venezolanos.
A los integrantes de nuestras Fuerzas Armadas
institucionales: Ustedes
son los garantes del Poder Constituyente Originario. Representan una
Institución, que inequívocamente hereda un glorioso legado libertario. Nuestro
ejército traspasó las fronteras de Venezuela en heroicas gestas emancipadoras
para liberar e independizar a otros pueblos hermanos del yugo opresor y
denigrante esclavitud; No salió para oprimir, conquistar o dominar; talante que
le honra como quizá ningún otro ejército en el mundo lo puede enarbolar y
distinguir. Por ello emana su existencia, razón y misión, del pueblo
soberano, en quien reside intransferiblemente la soberanía nacional, por
lo que está establecido que “La Fuerza Armada Nacional constituye una
institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por
el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación… En el
cumplimiento de sus funciones esta al servicio exclusivo de la Nación y en
ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”
(Art. 328 Constitucional).
En estos
difíciles momentos en que el pueblo soberano, se activa, en ejercicio legítimo,
para convocar por iniciativa popular a una Asamblea Constituyente de
carácter Originario, como
fuente de las leyes, para darse un nuevo Pacto Social, entre gobernantes y
gobernados, garante de un futuro
próspero y moderno, que satisfaga sus necesidades y legítimas
aspiraciones, en el marco de un nuevo Proyecto de País, es muy pertinente y necesario que
la Institución Armada conozca de nuestra motivación y propósito
constituyente, por cuanto se trata de buscar correctivos democráticos, eficaces
y constitucionales a un país que clama salir de la crisis que lo agobia y
amenaza, por lo que inferimos y aseveramos, que siendo el pueblo
soberano el convocante, a quien se debe y acata la Fuerza Armada Nacional, debe contar con su firme, absoluto e institucional
respaldo y garantizada la protección
a esta iniciativa inscrita en el ordenamiento legal y constitucional vigente, que por su naturaleza es la
solución pacífica, auténticamente democrática, electoral, participativa,
incluyente, propiciadora del reencuentro y reconciliación entre los
venezolanos, citamos hoy a nuestro paisano tachirense LEONARDO RUIZ PINEDA
quien decía: “...la vehemencia de las luchas políticas nacionales ha sido
aprovechada arteramente por falsos voceros públicos para envenenar la opinión
venezolana”. “Yo no me acobardaré, es necesario que ellos comprendan que a
nosotros nos mueve el valor espiritual que sólo las causas justas imprimen al
hombre de bien”. “Creo que ya es tiempo de dar término a las persecuciones
entre hermanos, porque pienso que en el suelo de la patria, bajo nuestro cielo,
cabemos sin estorbarnos, todos los venezolanos”. “Institucionalizar la
democracia es la obra por hacer”.
VENEZOLANOS esta iniciativa que nos permite a todos
con plenos derechos y garantías, prodigarnos el destino y futuro de nuestra
nación, donde impere la libertad, la justicia, la seguridad, la igualdad
y equidad, la solidaridad, la salud, educación, vivienda y trabajo, el
respeto a la propiedad privada, la libre expresión, el progreso y desarrollo en
su conjunto de la nación.
Como corolario: citemos a nuestro Libertador
Simón Bolívar en Carta dirigida a Santander, Octubre de 1826:
“En una palabra, mi querido general, yo no conozco
más partido de salud, que el de devolver al pueblo su soberanía primitiva para
que rehaga su pacto social. Ud. dirá que esto no es legítimo: y yo, a la
verdad, no entiendo qué delito se comete en ocurrir a la fuente de las leyes
para que remedie un mal que es del pueblo y que sólo el pueblo conoce. Digo
francamente que si esto no es legítimo, será imperioso a lo menos, y, por lo
mismo, superior a toda ley: pero más que todo es eminentemente popular, y, por
lo mismo, muy propio de una república eminentemente democrática.”
A todos los venezolanos. Es posible convocar al
Constituyente para resolver la crisis, si todos con fe en nuestras propias
capacidades y disposición patriótica, ejercemos la Soberanía de Venezuela, que
en nosotros reside, y como depositarios del Poder Originario, nos
sobreponemos como una sola voluntad, convocando a una Asamblea
Constituyente de carácter Originaria por iniciativa Popular, en
acatamiento a los artículos 2, 3, 5, 7, 19, 25, 70, 328, 333, 347, 348, 349 y
350 constitucionales y darnos un nuevo Pacto Social que garantice el
ejercicio libre y soberano de la ciudadanía para nosotros y las nuevas
generaciones.
Ha llegado el momento preciso para “El Gran Cambio”.
¡Estamos en tiempos de activación del poder
Originario
Con la Constituyente cambiamos todo.
Por la Alianza Nacional Constituyente
Enrique Colmenares Finol
Coordinador Nacional
Caracas,
17 de Enero de 2017