domingo, 10 de abril de 2016

¿Todos los caminos nos conducen a Roma?




Sí. En este momento político que vivimos los venezolanos. Sí.


El chantaje: “…No se han puesto de acuerdo para implementar una vía, no tienen un líder que los oriente…”. 

Quiero desmontar estos argumentos, con la siguiente explicación: No necesitamos una única y exclusiva vía y menos un líder. Quienes hoy nos gobiernan llegaron mediante el voto de la mayoría de los venezolanos y quienes nos oponemos hemos decidido la vía legal y constitucional para cambiarlo, debemos utilizar todos los mecanismos para lograrlo. De tal suerte, que de plantearse la enmienda constitucional para reducción del periodo presidencial y adelantar las elecciones, hay que apoyarla, si Primeo Justicia tiene la iniciativa del revocatorio hay que apoyarlo y recoger formas, si el grupo encabezado por Enrique Colmenares Finol inicia la recolección de firmas para instalar el poder originario mediante la constituyente, hay que recoger firmas y apoyar ese proceso, si es el juicio del Presidente porque no es venezolano, hay que apoyarlo.El liderazgo que se impone ahora es el liderazgo en equipo que logre aglutinar las diferencias en tono a objetivos comunes.El triunfo está en el fracaso. Nos equivocamos y corregimos. Bienvenidas las ideas, las iniciativas.

Asumir el complejo del segundones, es lo peor que nos puede pasar. Ninguna de estas vías es propiedad de ningún partido, ni de ningún ciudadano, ni de ningún sector de la sociedad, pasemos a la acción unitaria en la implantación de todas las vías posibles. 
Pensemos que una de estas vías es más conveniente para el país que una poblada desesperada de gente que salga a la calle a saquear lo que encuentre. 
Pensemos que en estas vías podemos reencontrarnos. 
Pensemos que la mejor vía será la que tome fuerza y pueda lograr desbloquear al Tribunal Supremo de Injusticia. 
Pensemos señores que esta tragicomedia gubernamental que vivimos los venezolanos, que permite que mueran niños en los hospitales por falta de atención y que mantiene a nuestros familiares en horas de cola para comprar un paquete de harina pan, cuando se consigue, debemos cambiarlo. 

No nos quedemos entrampados en una discusión  acerca de si este gobierno es comunista, por ello de izquierda, mientras que sus opositores, sus antítesis son capitalistas, y por ello de derecha. Cuando todo el mundo sabe, que: Ni una cosa ni la otra, ni tampoco todo lo contrario, parafraseando a Cantinflas. Si bien es cierto que este desgobierno se basa ideológicamente en los preceptos del comunismo, en el control y planificación de la vida comunitaria, en la abolición de la propiedad privada y medios de producción, a los cuales no ha podido eliminar teniendo que coexistir con ellos, y en la eliminación de las clases sociales. No es menos cierto que desde Lenin, pasando por Mao, estas líneas gruesas sólo se han implementado para el sostenimiento del poder de unos grupos palaciegos, que se enriquecen empobreciendo al resto de la sociedad. No se trata de comunismo es autoritarismo puro y duro.

No caigamos en el juego de asumirnos como escuálidos y menos de derecha. Si bien es cierto que existe un sector de la producción que especula y tiene ganancias exorbitantes explotando a los trabajadores, no es menos cierto que hay empresarios serios que han invertido para obtener ganancias y que su riqueza está en el capital humano que lo ha apoyado en esa producción. No debemos confundir que la gente quiere paz con que es pendejo. No es así.

Dicho esto debemos entender que la sociedad venezolana debe activarse para exigir el cambio de gobierno, por la vía que sea, con los liderazgos que tengan iniciativas y entre todos podemos lograrlo. Dejemos las diferencias vamos a unirnos en torno a un objetivo CAMBIAR DE GOBIERNO, para ello todos los caminos conducen a Roma.

Carlota Salazar Calderón
@carlotasalazar
 

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