Hay dos maneras de emitir la luz,
ser la lampara que la emite, o el espejo que la refleja
.Lin Yutang
Existen
cinco (5) ciclos históricos cumplidos y un sexto ciclo por iniciar:
La
Democracia Parlamentaria
El Estado Democrático Centralizado de Partidos: Se
inició en los años cuarenta, a raíz de la Revolución de Octubre de 1945; y se
consolidó a partir de la Revolución Democrática de 1958
Los grandes ciclos histórico-políticos:
El hecho político más importante que se
produjo en el Siglo XX,
fue la introducción de la elección universal y directa del Presidente de
la República a raíz de la Revolución de Octubre de 1945, lo sigue en
importancia la elección directa de Gobernadores y Alcaldes, a partir de 1989.
1) El Estado independiente y autónomo
semidescentralizado-1811-1856
El primero de estos grandes ciclos
político-constitucionales, se inició en 1811, y que estuvo dominado por la
generación de los líderes y próceres de la Independencia, y sus sucesores.
Venezuela como Estado Independiente, nació bajo una
forma federal de Estado, porque, entre otros factores, en el constitucionalismo
de la época no había otra forma para construir un Estado en base a la
estructura político-territorial de ex-colonias descentralizadas.
La
"Confederación de Venezuela", fue el esquema político tomado de la
experiencia norteamericana para unir lo que estaba y había estado siempre
desunido, salvo en los treinta años anteriores a la Independencia, a raíz de la
creación, en 1777, de la Capitanía General de Venezuela, que comprendía el
grupo de Provincias que conformaron nuestro territorio; pero en todo caso,
incomunicadas entre sí, y altamente disgregadas.
2) El Estado
Federal 1863-1899
Del derrumbe
del Estado autónomo semidescentralizado, surgió un nuevo Estado, un nuevo
liderazgo político en el poder y un nuevo proyecto político, el del Estado
Federal. El cambio fue radical.
Antonio Guzmán Blanco fue primus inter pares en el
sistema político que dominaron los caudillos regionales, y entre otros
instrumentos, en los primeros lustros del período, gobernó a través de lo que
se llamaron las Conferencias de Plenipotenciarios, que no eran otra cosa que la
reunión de los diversos caudillos regionales en Caracas, para resolver los
grandes problemas del país
El anterior sistema fue barrido y comenzó la
instauración de uno nuevo, en este caso, basado en la forma federal del Estado,
con una disgregación extrema del Poder.
3) El Estado Autocrático Centralizado 1899-1945
La
Revolución Liberal Restauradora, en 1899, como se señaló, se inició en defensa de la soberanía de los
Estados que se pensaba lesionada con la designación provisional de los Presidentes
de los mismos por el Gobierno Central.
Durante este ciclo del Estado Autocrático
Centralizado, se comenzó la verdadera integración del país y se consolidó el
Estado Nacional, el cual, en muchos países de América Latina ya se había
consolidado mucho antes, hacia mitades del siglo pasado.
4) El Estado Democrático Centralizado
En 1945, de
nuevo, terminó un ciclo histórico, y quedó barrido el sistema, su liderazgo y
la generación que había asumido el proyecto político iniciado a principios de
Siglo, instaurándose, en su lugar, un sistema de Estado Democrático, pero
igualmente Centralizado.
En esta forma, el centralismo que se inició a
principios de Siglo, como sistema estatal, no terminó en 1945, sino que ha
abarcado dos de los ciclos históricos
recientes: el primero, el autocrático centralizado, y el segundo, el democrático centralizado que se instauró a
partir de la década de los cuarenta, basado en dos pilares fundamentales que ha
caracterizado a nuestro Estado y a nuestro sistema político desde esa fecha
hasta el presente: la democracia de
partidos y el Estado Centralizado.
En efecto, en primer lugar, el sistema político
iniciado en 1945 y sobre todo, consolidado a partir de 1958, ha sido el de un
régimen democrático, pero de democracia de partidos, conforme al cual los
partidos políticos han sido los que han monopolizado la representatividad y la
participación política; en definitiva, han monopolizado el poder.
No hay duda que en las últimas décadas, la
representatividad política en Venezuela ha sido representativa de los partidos,
para lo cual establecimos desde el año 1946, el sistema ideal para que los
partidos asumieran ese monopolio de la representatividad: el sistema de
representación proporcional conforme al modelo d`Hondt, que es el que se
aplicó, en general, hasta la reforma electoral
de 1993.
Conforme a ese sistema, sólo los partidos pudieron
tener representación en los cuerpos deliberantes, sin que a estos pudieran
acceder otras organizaciones sociales.
Y a pesar de las reformas legislativas que introdujeron elementos de
uninominalidad para las elecciones de 1993, poco cambio se logró en esta
materia por la propia conformación del "tarjetón electoral" con clara
inducción al voto partidista.
Pero los
partidos políticos no sólo tuvieron el monopolio de la representatividad, sino
también el monopolio de la participación: asumieron también la conducción
política del país, no habiendo en el país otra forma de participar que no fuera
sino a través de los partidos políticos.
Esta situación, por supuesto, era perfectamente legítima,
pero los partidos políticos, lamentablemente, a lo largo de los últimos treinta
años de desarrollo del sistema, se cerraron en si mismos y comenzaron a
configurarse como un fin en sí mismos,
de manera que, incluso, no sólo no había otra forma de participar políticamente
sino a través de los partidos, sino que el acceso a los mismos partidos
políticos fue progresivamente cerrándose y, por tanto, sin canales de
participación adicionales.
Progresivamente, además, se produjo el
ahogamiento de todo el nuevo liderazgo que había estado surgiendo a pesar de la
dirigencia tradicional, y que, sin la menor duda, está comenzando a irrumpir y
a asumir la conducción del país.
En este
proceso de centralismo democrático, los partidos no sólo ahogaron la sociedad
civil, penetrando a los gremios y a todas las sociedades intermedias, sino que
además, ahogaron a los Estados y Municipios.
Los Estados quedaron como meros desechos
históricos; sus Asambleas Legislativas, como meras formas de reducto del activismo político partidista local, y los
Ejecutivos Estadales, como meros agentes del Poder Nacional, particularmente
agentes de carácter policial; funciones que compartían con las de gestores para
sus jurisdicciones de alguna que otra obra pública que podían lograr del Poder
Central.
Al
centralismo político partidista
y al Estado
de Partidos, por
tanto, le debemos la democracia, pero luego ha sido la propia democracia
de partidos, la que ha estado conspirando contra el régimen de libertades.
5) El Estado totalitario centralizado
La contracción económica venezolana por veinte años
consecutivos (1968-1988) tuvo como consecuencia inevitable el empobrecimiento
de la nación y sus habitantes.
Al asumir el estado funciones en Agricultura,
Industrias, y Comercio que no le corresponden
y tratar de ser empresario, subió la corrupción y el gasto público de
manera exponencial; no cumplió con los servicios que le correspondía atender
como Estado (Salud, Obras Públicas, Justicia, y Orden) por lo que estos se
vinieron abajo. El malestar de la población, se hizo evidente, así como el
repudio a los partidos políticos gobernantes, y a los empresarios que habían
vivido a la sombra del estado.
El pueblo venezolano se volcó a la búsqueda de un
nuevo mesías, que no estuviera contaminado, que no fuera de los partidos que
repudiaba: asi la aparición en la política venezolana del ex presidente Hugo
Chávez, fue como consecuencia de esa crisis estructural, Su gran acierto: el
manejo político acertado de las nefastas consecuencias del centralismo.
Muerto técnicamente el modelo centralizado,
momificado y consagrado en la Constitución centralista de 1961, surge Chávez
prometiendo erradicar la pobreza, ignorancia, corrupción y exclusión social
acumuladas por el modelo centralista, y manejando políticamente y acertadamente
las nefastas consecuencias del centralismo, se apoyó en ellas para ascender al
poder.
Su gran error: no identifico el origen estructural
de la crisis, y esto lo llevo a
preservar y momificar, aún más el centralismo en la Constitución de
1999. Hizo un Estado todopoderoso personalizado en el como Presidente; con una
nación absolutamente dependiente de las dádivas del Estado en materia
alimentaria, financiera, educativa, investigativa y asistencial.
NO ENTENDIÓ CHÁVEZ, que el centralismo del poder,
alrededor de la renta que producía el petróleo, materia prima muy importante de
la producción, (pero no la única) pero que si no se industrializa, si no se
explota, si no se trabaja, si no se ofrecen sus productos al mercado, si
además, no se diversifica la economía con la gran cantidad de commodities que
tiene Venezuela, si no se le permitía a las familias venezolanas de asumir el
rol que Dios les dio de transformar en origen los productos naturales
renovables y no renovables, para fomentar y generar Agricultura, Industrias,
Comercio etc. DE NADA SIRVEN
Los EFCentralizados no han sido instrumentos
eficaces para superar la pobreza, ignorancia, exclusión social y devastación
institucional acumuladas en ningún país del mundo, ni en ninguna época de la
historia de la humanidad, de hecho, en este contexto, la aparición de Chávez
fue consecuencia de esa crisis, y al no saber identificar el origen de la
crisis, vemos actualmente, como los resultados exhibidos de tal proyecto
político y la forma arbitraria de hacer política, empeoraron aún más los
problemas del país.
Esta monstruosa concentración de poder, en nuestros
gobernantes, es lo que ha causado y potenciado el fracaso del modelo del
EFCentralizado.
Es gracias a este
MODELO DE ESTADO FEDERAL
DE PODER CENTRALIZADO, Venezuela ocupa los últimos lugares en libertad y
prosperidad económica del mundo junto con Haití y Zimbabue y la situación
actual esta que para que le cuento si usted mismo la está viviendo DESDE HACE
39 AÑOS, con énfasis en los últimos 18 años y asi estamos viviendo la etapa final agonizante del modelo
centralista del poder en nuestro país.
Un problema estructural a
resolver, que no tiene solución con el simple cambio de un gobierno por otro o
de un Presidente por otro.
6) La Democracia parlamentaria
El parlamentarismo como visión de futuro para la democracia puede tener
una gran penetración social y ciudadana, tanto en el mundo popular venezolano
como en vastos sectores de la clase
media. Para el mundo popular el parlamentarismo significaría la profundización
de la democracia representativa, la idea del pueblo ejerciendo el poder
político en una legítima asamblea representativa, la discusión, el debate, la
dirección colectiva del gobierno y de los asuntos públicos. Para la clase media
el parlamentarismo significaría, además, disminuir, significativamente, la
presencia del personalismo, del caudillismo y de los cogollos en la vida
política.
Y, para el conjunto
de la sociedad, el parlamentarismo sería el instrumento institucional para
hacer realidad el Estado Democrático y Social de Derecho y Justicia previsto en
la Constitución, y, muy importante, el instrumento que permitiría darle
sostenibilidad política al modelo de economía social de mercado, también
previsto en la Constitución.
Tomado del informe sobre la descentralización de
Allan Brewer Carias y del trabajo intelectual del Dr, Amando M. Betancourt
Atte. Luis “Balo” Farías
La Rebelión de las regiones.
OtraVzlaEsPosible
seguiremos con el tema